El 1 de marzo ha entrado en vigor la nueva etiqueta energética de los electrodomésticos, tanto en tiendas físicas como en la venta por internet para los frigoríficos, congeladores y vinotecas; lavadoras, lavasecadoras y lavavajillas, y las pantallas electrónicas (incluidos monitores y televisiones)

A partir del 1 de septiembre la nueva etiqueta energética se aplicará también a las fuentes de iluminación.

Cambios en la nueva etiqueta energética de los electrodomésticos

En el nuevo etiquetado, común en toda la UE, desaparecen las clases energéticas A+, A++ y A+++, y se recupera la escala de clasificación de letras de colores, que va de la A a la G,  en función del consumo y la eficiencia energética de cada producto. Así, la A, en verde, clasifica a los electrodomésticos de menor consumo y mayor eficiencia energética y la G, en rojo, clasifica a los electrodomésticos de mayor consumo y menor eficiencia energética.

La nueva etiqueta mantiene siete clases de eficiencia energética pero las muestra de una forma más sencilla de interpretar que la acumulación de signos + detrás de la A.

Un código QR en la etiqueta energética

Además, se incorpora un código QR en la etiqueta energética para que el comprador pueda consultar con una app a través de su telefóno móvil  las características y datos específicos de cada modelo, dentro de una nueva base de datos a escala europea denominada EPREL (European Product Database for Energy Labelling).

No hay correlación entre la nueva etiqueta energética y la anterior

La nueva clasificación energética está determinada por el desarrollo de nuevos métodos de ensayo sobre la eficiencia energética de los aparatos eléctricos.

Por ello, el consumo y la clasificación energética de un producto eléctrico puedan variar con respecto a las antiguas etiquetas. Es decir, no existe una correlación entre la nueva clasificación y la anterior, de modo que un aparato clasificado hasta ahora como A+++ puede pasar a etiquetarse como clase B, C o incluso inferior en función de la aplicación de estas nuevas normas de ensayo.

Es decir, el producto de alta eficiencia seguirá siendo el mismo, pero puede experimentar cambios en su clasificación energética debido a este nuevo método de ensayo.

¿Qué pasa con las antiguas etiquetas energéticas?

Según ha explicado la OCU, las tiendas tienen de plazo hasta final de año para agotar sus existencias de electrodomésticos con etiquetas antiguas. Esto significa que en los próximos meses podemos encontrar en las tiendas aparatos similares con distinto tipo de etiqueta.

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