La hipertensión en el embarazo es un riesgo importante ya que puede producir  enfermedades en el feto. Por todo ello, es muy importante medir regularmente los niveles de presión arterial en los controles médicos que se hacen a lo largo del embarazo.

La hipertensión es la elevación de los niveles de presión arterial de forma continuada. La presión arterial es la presión que ejerce el corazón sobre las arterias para que estas lleven la sangre por todo el cuerpo. La presión máxima se obtiene con la contracción del corazón y la mínima con la relajación.

Según se indica en la web de la Fundación Española del Corazón en la presión arterial normal, los niveles máximos (presión siastólica) están entre 120-129 mmHg, y los niveles mínimos (presión diastólica) entre 80 y 84 mmHg (aunque una cifras más bajas también pueden considerarse normales, siempre que no provoquen ningún síntoma) y en la presión arterial normal alta, los niveles máximos están entre 130-139 mmHg y los mínimos entre 80-89 mmHg. En personas diabéticas, los niveles superiores a 140/85 mmHg también se consideran altos.

La hipertensión en el embarazo puede ser indicio de preeclampsia

La hipertensión en el embarazo puede ser un signo de preeclampsia, una enfermedad muy grave que solo se produce en el embarazo y que si no se trata, puede provocar insuficiencia renal en la embarazada y dificultar el aporte de oxígeno y sustancias nutritivas que llegan al feto a través de la placenta, lo que podría ocasionar problemas de oxigenación al feto.

Habitualmente, la presión arterial baja en el segundo trimestre de embarazo y suele volver a los valores habituales en el tercer trimestre.

Causas de la hipertensión

  • La  hipertensión es más frecuente en las mujeres obesas y fumadoras.
  • También aumenta el riesgo de sufrir hipertensión el abuso de sal, alcohol y el estrés permanente.
  • La hipertensión por preeclampsia  se produce como consecuencia de una alteración en el funcionamiento la placenta. Se calcula que afecta a un 5-8% de embarazadas y aunque no se conoce la causa de la enfermedad sí se conocen algunos factores que aumentan el riesgo de sufrirla: como la hipertensión, la obesidad, el embarazo múltiple, la diabetes  y resistencia a la insulina, los déficits de vitaminas y nutrientes esenciales, las enfermedades renales y las enfermedades autoinmunes.

Síntomas de la hipertensión

La tensión alta puede ocasionar cansancio, dolores de cabeza, alteraciones en la visión visión, confusión, vómitos, cambios en el color de la piel (palidez o enrojecimiento), dolor en el pecho, etc. En los casos graves puede provocar hemorragia nasal, palpitaciones y zumbidos  en los oídos.

La preeclampsia aparece en la segunda mitad del embarazo, a partir de la semana 20, y sus síntomas son hipertensión, edema en la cara y las manos, dolor de cabeza persistente y aparición de proteínas en la orina.

Tratamiento de la hipertensión en el embarazo

La hipertensión puntual, por el embarazo, suele controlarse con una dieta baja en sal,  ejercicio y si es necesario, un tratamiento farmacológico suave controlado siempre por el medico.

Cuando la hipertensión se debe una preeclampsia, desaparece después del parto, ya que la preeclampsia se produce por una alteración de la placenta.

Hay estudios que indican que una dieta baja en fibra puede reducir el riesgo de preeclampsia en el embarazo

En algunos hospitales, como el 12 de Octubre y el Hospital Universitario de Getafe, en Madrid y el Hospital de Elda realizan un programa de cribado de preeclampsia durante el primer trimestre de embarazo para detectar de forma precoz a las embarazadas que tienen riesgo de sufrir preeclampsia en el embarazo y ponerlas un tratamiento preventivo.

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