En el tercer trimestre, el embarazo entra en su recta final. A medida que se acerca la fecha del parto aumentan las dudas, el miedo al parto y a los cambios que puede ocasionar la llegada del bebé. Es normal, porque las situaciones desconocidas nos angustian, pero la información que dan las matronas en los cursos de preparación a la maternidad ayuda a eliminar los miedos. Si no te has apuntado todavía, es el momento de hacerlo.
Cambios en la embarazada en el tercer trimestre
A partir del sexto mes de embarazo, el útero se extiende por encima del ombligo y la tripa empieza a resultar prominente. Pueden aparecer molestias en la espalda y dificultades para respirar, porque el corazón tiene que latir más deprisa para llevar la sangre a través del cuerpo materno hacia la placenta.
En el tercer trimestre de embarazo es habitual que se acentúen las alteraciones emocionales. El parto está cerca y la preocupación por los cambios que se avecinan suele reflejarse en los sueños que pueden ser de lo más raros.
El octavo mes suele ser el más incómodo. El bebé se coloca con la cabeza hacia abajo y las nalgas hacia arriba, si no lo ha hecho antes, y tiene cada vez menos espacio para moverse. Cuando ocurre, es posible que se noten contracciones aisladas o dolores difusos en la parte baja del vientre.
Las molestias que han ido apareciendo en los meses previos- dolor de espalda, acidez, estreñimiento…- se acusan ahora más por el sobreesfuerzo que sufre el organismo, que carga ya con unos 11 kilogramos de peso. Pueden aparecer hemorroides a consecuencia del estreñimiento y la presión que ejerce la cabecita del bebé sobre la pelvis.
En el último mes de embarazo, la cabecita del bebé puede descender más en la pelvis para prepararse para el nacimiento aunque si la embarazada ya ha sido madre el niño podría no bajar hasta que empiecen las contracciones. Este «encajamiento» del feto alivia a la madre, ya que la tripa baja y se reduce la tensión que ejercía sobre el tórax y el estómago, aunque es probable que vuelvan las ganas de hacer pis muy a menudo, por la presión que ejerce la cabeza del bebé contra la vejiga.
A medida que se acerca la fecha del parto, los días parecen eternos y a muchas embarazadas les da por limpiar y ordenar la casa. Esta reacción se llama síndrome del nido y es un instinto que mueve a preparar las cosas para el bebé.
No hay que obsesionarse con la fecha prevista del parto, entra dentro de lo normalidad que ocurra 15 días antes o después de la fecha estimada. Si el niño no ha nacido en la semana 42 de embarazo, el médico provocará el parto.
Cuidados de la embarazada en el tercer trimestre
Para aliviar el dolor de espalda que puede ocasionar el peso adicional y creciente del feto, es importante mantener una postura erguida (no echada hacia delante), sentarse con la espalda recta bien apoyada, y evitar cargar peso.
La inquietud por la proximidad del parto y la dificultad para encontrar una postura cómoda pueden alterar el sueño:
- Hay que evitar acostarse boca arriba. Lo ideal es hacerlo de lado.
- No se deben tomar pastillas para dormir. Para ayudar a conciliar el sueño es mejor tomar alguna infusión (conviene consultar con el médico cuáles se pueden tomar) y darse un baño templado.
Para aliviar la retención de líquidos, frecuente en este periodo, conviene reposar con los pies en alto y reducir la ingesta de sal.
Para prevenir las hemorroides, conviene tomar alimentos ricos en fibra que aligeren el tracto intestinal y beber mucha agua. Las molestias se alivian con baños de agua templada y pomadas antiinflamatorias
– Si te dan calambres, comunes por la noche, estira la pierna, agárrate la punta del pie y tira suavemente de ella hacia ti. También es bueno que levantes de inmediato y camines.
-Para prevenir los mareos hay que evitar estar de pie largos ratos, levantarse despacio después de haber estado sentada o echada y evitar los espacios cerrados o calurosos.
– Mientras el médico no lo desaconseje o no haya contracciones, se pueden mantener relaciones sexuales. El orgasmo favorece la secreción de oxitocina, la hormona que desencadena el parto.
– Es importante tener todo preparado con tiempo por si el bebé se adelanta: la maleta para el hospital, los papeles que hay que llevar y el itinerario a la clínica bien previsto.
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