El 13 de junio, es el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel. De los tipos de cáncer de piel, el más peligroso es el melanoma maligno. Según el informe las cifras del cáncer de la Sociedad Española de Oncología Médica, en el año 2019 se estima que habrá 6.205 nuevos casos de melanoma en España.

La supervivencia frente al melanoma ha mejorado en los últimos años gracias al mayor diagnóstico precoz de cáncer de piel, ya que existe una mayor concienciación, para

  1. protegerse frente al sol (en este artículo puedes encontrar información sobre cómo protegerte del sol y en este consejos para  usar el protector solar),
  2. vigilar las manchas en la piel.

Detectar precozmente el melanoma

Cuando el melanoma se diagnostica en fases iniciales, el pronóstico es mucho mejor porque los tumores pequeños son fácilmente tratables y curables.

Por eso, cuando ante la mínima duda frente a un lunar que cambia de forma, tamaño o color o que parece distinto a otros de la piel el primer consejo es consultar con el médico.

En la consulta, el médico de familia observa el tamaño, la forma, el color y la textura del lunar, y si sangra, supura o forma una costra y lo compara con el resto del cuerpo para ver si hay más lunares o manchas  que podrían estar relacionados con el cáncer de piel.

Dermatoscopio para detectar lesiones y cáncer de piel

Además del examen físico convencional, muchos dermatólogos utilizan un aparato llamado  dermatoscopio que contiene lentes de ampliación y una fuente de luz que se coloca cerca de la piel, para poder examinar mejor las lesiones por debajo de la superficie cutánea, lo que ayuda  a la detección precoz del melanoma y de otras lesiones cutáneas.

La técnica permite examinar mejor, al amplificar la imagen, lunares, pecas y manchas de la piel, así como sus cambios en busca de posibles lesiones cutáneas.

Estos aparatos se han empezado a utilizar en los centros de salud de atención primaria, ya que las enfermedades relacionadas con la piel son uno de los principales motivos de consulta en la Atención Primaria.

Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid ya hay más de 110 centros de salud que cuentan con dermatoscopios, y está previsto dotar de dermatoscopios al resto de los centros de salud de la región y, además, se está formando a los médicos de familia y pediatras para que puedan utilizarlos adecuadamente.

 

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