Después de casi dos meses seguidos de nubes y lluvias, por fin luce el sol de primavera que tanto esperábamos. Aunque este sol no calienta tanto como el del verano, es igual de peligroso para nuestra piel si no la protegemos con un protector con un SPF adecuado a nuestro tipo de piel. Te explico qué es el SPF y cómo elegir el que mejor le conviene a tu piel.
El término SPF corresponde a las siglas en inglés de Sun Protection Factor, que traducido al español es «Factor de Protección Solar» (por eso, a veces, en español también se usa el acrónico FPS) y hacer referencia a la eficacia que tiene el protector en cuestión frente a los rayos eficacia de los protectores, que son los causantes de las quemaduras solares.
En concreto, el número del SPF indica cuántas más veces tardará la piel en quemarse si utilizamos protector solar en comparación con si no lo usamos. Es decir, si la piel empieza a enrojecer cuando lleva 20 minutos al sol sin protección, una crema con SPF 50 la protegerá 50 veces más (durante unas 16 horas), que si no llevara protección.
¿Qué SPF le conviene a tu piel?
Al elegir el SPF, hay que tener en cuenta el fototipo de piel de la persona (la capacidad de la piel para asimilar la radiación solar), pero también las horas de exposición al sol (que es más potente entre las 11 y las 17 horas), y las características geográficas del lugar (sol, montaña, etc.), ya que la intensidad de los rayos UVB varían en función de de la posición y altura del sol y el suelo donde se reflejan los rayos (la radiación es más intensa en la nieve y la playa).
Ojo con las nubes, los rayos UVB también nos alcanzan en los días nublados, por lo que hay que protegerse siempre. Las radiaciones UV se reflejan en el agua, la arena, la hierba y la nieve, también en días nublados. Tienes más información en el post 10 consejos para tomar el sol de forma segura
Fototipos de piel
En lo que respecta al fototipo, hay seis tipos que van de la piel más blanca (y sensible) a la piel más oscura y resistente al sol. Cuanto más clara, el FPS debe ser más alto para garantizar una adecuada protección solar.
Además, según indica la farmaceútica Elena López, asesora de Institut Esthederm, el uso del protector solar con un SPF alto es especialmente importante en las pieles con manchas. En palabras de la experta de esta marca de solares «Cuando la piel presenta manchas, buscamos siempre la máxima protección y además insistimos en lo importante que es aplicar la cantidad adecuada y reaplicar cada dos horas».
- Las personas de fototipo 1 y 2 que tienen la piel muy clara, suelen ser pelirrojas o rubias, se queman en cuanto le da el sol y nunca se broncean necesitan un SPF 50, que es el SPF más alto en Europa porque se ha comprobado que por encima de este factor no hay mayor absorción de rayos ultravioletas.
- El fototipo más común es el 3, que corresponde a las personas castañas con pieles que enrojecen y después se broncean. En estos casos, se puede usar un SPF 30 siempre que no se tome en el sol en las horas de más intensidad o en lugares donde los rayos rayos UVB son más intensos. En ese caso lo conveniente es usar SPF 50. Ojo, no es cierto que estar bronceado proteja del sol. El color que coge la piel es un mecanismo de defensa que tiene frente al sol, pero el exceso de rayos UVB sigue siendo dañino aunque la piel ya esté morena. Hay que usar protector solar siempre.
- Las recomendaciones serían las mismas para los fototipos 4 y 5: aunque se broncean con más facilidad, necesitan mayor protección en lugares y horas de mayor intensidad solar.
- Las personas con fototipo 6 que tienen la piel muy oscura ry eaccionan bien al sol estarán bien protegidas con un SPF 30
IMPORTANTE: Una vez que se empieza un envase de crema solar, conviene consumirla antes de un año (no conviene dejarla de una temporada para otraI) porque la exposición a temperaturas elevadas la puede alterar y hay que tener en cuenta que en verano llevarmos las cremas a lugares donde hace mucho calor.
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