Actualización 2023: El Hospital Vall de Hebron ha actualizado su protocolo de pérdida perinatal en 2023 para incluir un plan de parto.
Superar el duelo tras la pérdida de un embarazo no es fácil.
Como el bebé no ha llegado a nacer, muchas veces el entorno, por eso de animar a la pareja que lo ha sufrido, intenta restar importancia a lo ocurrido con frases hechas del tipo: “Si ha ocurrido es porque el bebé no venía bien”. “Bueno, estabas de muy poquito…”. “Sois jóvenes, ya tendréis otro hijo”, etc. Frases poco afortunadas, que no consuelan (porque a un hijo se le quiere y se le espera con ilusión desde el momento en que se conoce el embarazo), sino que pueden conseguir precisamente, el efecto contrario y aumentar aún más la pena de la pareja que ha sufrido al pérdida que, además de triste, se sentirá incomprendida.
Lo que necesita una pareja que pierde un embarazo es comprensión y cariño y también elaborar su duelo por la pérdida del hijo no nacido. Necesitan hablar de él y recordarle, no hacer como si nunca hubiera existido, porque entonces la sensación de pérdida será aún mayor.
Afortunadamente, a la par que los hospitales van cambiado sus protocolos de atención al parto y el posparto para respetar en el medida de lo posible los deseos de los futuros padres y cuidar su salud emocional (algunos hospitales han creado incluso unidades específicas para prevenir la depresión posparto y otros centros de día para tratar la depresión posparto), van humanizando la atención en el embarazo y esto incluye también los procesos de pérdida de un bebé no nacido.
Una cajita con recuerdos para superar el duelo tras la pérdida de un bebé no nacido
Estos días ha sido noticia el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, que cuenta con un programa de atención programa de atención al duelo perinatal para ayudar a las familias a superar el difícil trance que supone la pérdida de un bebé no nacido, por una bonita iniciativa de un grupo de comadronas, enfermeras, celadores… del Servicio de Urgencias de Obstetricia y Ginecología, llamada «Un poco de ti».
Estos profesionales, en sus ratos libres, elaboran unas cajitas de cartón con material reciclado, papel decorativo y adornos, que después entregan a las embarazadas que han perdido un hijo para que guarden en ellas recuerdos del hijo no nacido y ayudar así a superar el duelo por la pérdida de un bebé no nacido.
Según ha informado el hospital, desde que arrancó la iniciativa hace un año y medio, ya han entregado más de 400 cajas.
Este hospital tiene un programa de atención programa de atención al duelo perinatal para apoyar a las familias que sufren la pérdida desde el primer momento. Según explica Isabel Salgado,matrona y supervisora de Enfermería de Urgencias de Obstetricia y Ginecología de Vall d’Hebron. “Cuando una mujer ingresa en el hospital por un problema que implica riesgo de por una posible pérdida del embarazo, una matrona la acompaña durante todo el proceso y le da el confort y los cuidados necesarios para que tenga una experiencia lo menos traumática posible. Por ejemplo, se minimizan al máximo las interrupciones en la habitación por parte de otros miembros del equipo médico y se la intenta mantener aislada, ya que en zonas próximas hay mamás que acaban de dar a luz».
Además, durante todo el acompañamiento, la mujer recibe apoyo emocional, se le ayuda a normalizar la situación, se le da información sobre qué sucederá los próximos días y el apoyo que recibirá en los siguientes meses.
La matrona le habla de la caja y le ayuda a decidir qué pondrá dentro: un recuerdo, una frase, la pulsera con el nombre, un gorrito, etc. Si en casa hay algún hermanito, también puede participar dejando un objeto de recuerdo.
Según explica la matrona, “poder colaborar en un recuerdo para alguien que está pasando un mal momento con la elaboración de estas cajitas reconforta a los profesionales que emocionalmente también se ven afectados en estas situaciones».
Foto cedida por el Hospital Vall d’Hebron
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«Brote sin retoño» es una canción que alude al niño perdido antes de su nacimiento y su entorno familiar directo. Idea y composición musical de Rodrigo Stottuth, con letra de Jorge Padula Perkins, cantada por Nery González Artunduaga.
Sin nunca sonreír y sin llanto;
ocaso sin latir y sin tiempo.
Herida que acongoja,
que se incrusta en el pecho,
por la semilla en ser
que no naciera.
Sin luz ni oscuridad y sin tono.
Silencio sin edad y sin recuerdos,
sin principio ni final.
Un brote sin retoño
que trasciende el silencio.
Capullo sin vigor,
flor sin tiempo.
Sin tener un nombre, sin rostro y sin ver.
Fruto de la vida sin llegar a ser;
una evanescencia sin mal y sin bien,
sin un cielo azul.
Volátil cipsela,
sutil existencia en la infinitud
que puebla las almas de quien la esperó
lleno de ilusiones
y nunca la vio al mundo llegar.