La pérdida de un embarazo no es fácil de superar, en parte porque muchas veces el entorno no le da la importancia que tiene. En palabras de Vanessa Bueno, supervisora de Urgencias del Hospital de la Mujer de Vall d’Hebron: «Para los padres, el embarazo es un hijo con el que imaginan una vida que de repente desaparece.

Todo lo que habían pensado que sucedería ya no está ahí, Y como no tienen recuerdos visuales ni palpables, este bebé no ha existido para el entorno, lo que hace que esta pérdida sea poco visible y que el duelo sea poco reconocido y se lleve en silencio”. Aunque la sociedad no haga visibles estas pérdidas, perder un bebé en el embarazo duele y mucho, porque es un golpe inesperado que trunca un proyecto vital.

Afortunadamente, en los últimos años los hospitales han humanizado mucho la atención en el embarazo y el parto, y esta humanización ha llegado también a los procesos de pérdida perinatal que abarcan la pérdida de un bebé durante el embarazo, el parto y los primeros días del posparto.

El Hospital Vall d’Hebron, que cuenta desde hace años con Programa de atención programa de atención al duelo perinatal para ayudar a las familias a superar el  trance que supone perder un bebé no nacido ha modificado ahora sus protocolos para incluir un Plan de parto para la pérdida perinatal adaptado a las familias en todas las etapas.

Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) describe el período perinatal desde las 22 semanas de embarazo hasta una semana después del nacimiento, en el Hospital  Valle d’Hebron han visto que no hay una correlación directa entre la intensidad del duelo y el tiempo de embarazo o el grado de contacto con el recién nacido y por ello, su protocolo de atención a las familias que sufren una pérdida gestacional (antes de las 22 semanas) o perinatal (a partir de las 22 semanas de embarazo) contempla el acompañamiento desde el momento de la concepción.

Un plan de parto para la pérdida perinatal en cualquier etapa del embarazo

Mediante el plan de parto de pérdida perinatal se explica a las parejas las opciones que tienen para finalizar el embarazo: raspado, dilatación vaginal o parto, con sus pros y contras, para que puedan participar en las decisiones que se toman, teniendo siempre en cuenta la seguridad clínica de la madre.

Según explica la doctora, por indicaciones médicas, cada vez se baja más la semana en la que se aconseja un parto o dilatación vaginal, en lugar de un raspado. En el Vall d’Hebron se intenta a partir de la semana 13.

Además, se procura que la pareja sea atendida por el mismo equipo médico (ginecólogo, matrona, anestesiólogo y auxiliar) durante todo el proceso y se permite que la matrona acompañe a la paciente en exclusiva.

Con el fin de ayuda a la pareja a afrontar el difícil trance que supone la pérdida de un bebé durante el embarazo:

  • La inducción al parto se intenta realizar siempre en un paritorio más alejado del resto.
  • Se pide permiso a la pareja para identificar el paritorio con la imagen de una mariposa blanca, que simboliza el duelo perinatal, para que el equipo de guardia sepa que el proceso que está teniendo lugar implica una pérdida.
  • La madre puede estar acompañada por quien desee.
  • Se fomentan acciones que generen recuerdos, como mecer al bebé después del parto o crear memorias tangibles como fotografías, huellas o prendas de ropa. Las profesionales crean una caja de recuerdos que se entrega a los padres en ese momento o pasado un tiempo. La doctora explica que. «La experiencia nos dice que la mayoría de las familias quiere ver y despedirse de su bebé y los recuerdos les ayuda a asimilar el duelo».
  • Se ofrece la posibilidad de realizar un ritual laico o religioso.
  • Si la familia está de acuerdo, se pueden hacer exámenes para intentar conocer la causa de la muerte del bebé.
  • La responsable del Servicio Sanitario Mortuorio llama a la familia para ayudar en los trámites y gestiones administrativas y ofrece información sobre el grupo de duelo del hospital, el Espacio Palabra, en el que madres y padres encuentran el apoyo de familias que han pasado por la misma vivencia.
  • Se intenta realizar el alta de la madre a las seis horas. Y si necesita ingresas lo hace en u planta alejada de la zona de maternidad, en una habitación individual.
  • Tras el alta se programan tres citas con los padres:  la primera a las 2-3 semanas con la psicóloga clínica de duelo perinatal; la segunda a las 6 semanas después con la ginecóloga, y una tercera cita de visita de asesoramiento reproductivo en la Unidad de Diagnóstico Prenatal.

«Este plan de parto de pérdida perinatal se enfoca en la autonomía de la mujer y la pareja, les acompañas y les ofrece herramientas para que tengan opciones para decidir cómo vivir el proceso de parir y cómo despedirse de su bebé», resume la Dra. Fátima Camba, del Servicio de Neonatología del hospital.

Foto cedida por el Hospital Vall d’Hebron 

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