La cama no suele aparecer en las listas de productos que hacen falta cuando se espera un hijo porque no se empieza a usar hasta que el pequeño cumple dos o tres años, y en cierto modo está bien que sea así porque es mejor elegirla con calma, ya que el niño va a pasar en ella muchos años durmiendo.

Al elegir la cama del dormitorio infantil hay que tener en cuenta las necesidades de la persona que la va a utilizar y el espacio disponible, que en las casas actuales no suele ser mucho. En este sentido, una opción muy práctica son las camas nido que llevan en la parte inferior una segunda cama, que se puede usar a diario o de forma esporádica, y que se queda oculta cuando no se utiliza. La cama inferior tiene patas plegables que se extienden para alcanzar la misma altura que la cama de la parte superior, y ruedas que facilitar el arrastre al extraerla o guardarla.

Ventajas de las camas nido

1. Permiten contar con dos camas ocupando el sitio de una. La cama nido resulta muy útil cuando el niño crece y empieza a invitar a los amiguitos a casa a dormir, ya que solo hay que sacar el colchón inferior para tener otra cama en cuestión de segundos.

Además, si más adelante tienes otro hijo, podrá dormir en la misma habitación que su hermano y la segunda cama podrá estar recogida por el día, dejando espacio en el cuarto para jugar o estudiar.

2. Espacio extra de almacenaje

Algunos modelos de cama nido tienen un espacio de almacenaje extra, con grandes cajones en la parte de abajo o entre una cama y otra, que viene muy bien para guardar juguetes, ropa de cama, etc.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que cuanto mayor el espacio de almacenaje mayor es la altura de la cama superior. Si en la cama de arriba va a dormir un niño pequeño, habrá que poner una barandilla de protección para prevenir caídas y accidentes.

3. Puedes usar la cama de abajo para facilitar la transición de la cuna a la cama

A la hora de pasar al bebé de la cuna a la cama hay quien opta por comprar una cama infantil (más reducida y bajita que las camas normales) para prevenir el riesgo de caídas. Este paso se puede saltar si se dispone de una cama nido que cuente con una camita baja (te lo digo por experiencia, ya que yo lo hice así con mis tres hijos). Y si la cama no queda a la altura del suelo porque el espacio de almacenaje está abajo del todo, se pueden proteger los laterales con una barrera para prevenir caídas.

4. Es un mueble de larga duración

Las camas nidos son muebles robustos de larga duración: se pueden usar desde que los niños tienen dos o tres años hasta pasada la adolescencia y también sirven para los adultos.

5. Se pueden usar como sofá

Gracias a su moderno diseño moderno, colocando unos cuantos cojines los niños pueden usarlos como sofá por el día y cama por la noche.

Qué tener en cuenta al elegir una cama nido

  • Al elegir la cama nido hay que pensar si se va usar a diario o de forma esporádica. Si se va a usar a diario, es fundamental que la cama tenga un sistema de apertura sencillo .
  • Las camas nido se fabrican en diferentes medidas, con ancho de 80, 90, 105 cm y largo de 180, 190 y 200 cm. Dependiendo del modelo, la cama de abajo puede ser más estrecha y un poco más corta que la de arriba para que pueda encajar bien en el hueco del mueble.
  • Para poder usar una cama nido de 90 cm con comodidad conviene disponer al menos de un espacio de 120-130 cm, para que la cama supletoria que puede tener 80 o 90 cm de ancho, se puede desplegar con facilidad y queden unos 40 cm para pasar.
  • El colchón de la cama de abajo tiene que ser fino porque el espacio está delimitado, pero hoy en día existen las colchonetas creadas especialmente para este tipo de camas supletorias, que resultan tan cómodas como un colchón de calidad.

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