La actividad física tiene muchos beneficios, pero cuando sometemos los músculos a un esfuerzo mayor del habitual pueden aparecer las temidas agujetas. Te cuento qué son, en realidad, las agujetas, por qué aparecen y cómo aliviarlas. Vamos a empezar por cómo aliviar las agujetas que a fin de cuentas es lo que más interesa.

Cómo aliviar las agujetas

Aunque las agujetas son pasajeras y no son motivo de preocupación, pueden resultar muy molestas y causar dificultades al caminar, agacharse o coger peso. ¿Cómo aliviarlas?

Las molestias de las agujetas se pueden aliviar aplicando frío y con reposo relativo a modo preventivo en las primeras 24 horas (desde que se realiza el esfuerzo muscular) y una vez que aparecen, con calor suave, estiramientos y masajes suaves.

Al aplicar calor suave en la zona dolorida se dilatan los vasos sanguíneos, lo que permite que llegue más oxígeno y nutrientes a los músculos afectados y favorece su recuperación. El calor se puede aplicar con las tradicionales mantas térmicas, parches térmicos o sacos de semillas y también se puede obtener al realizar el masaje si se usan cremas para el dolor muscular con efecto calor.

En el mercado se pueden encontrar una gran variedad de cremas para el dolor muscular con ingredientes que ayudan a aliviar la sensación sobrecarga a la vez que favorecen la recuperación de músculos y ligamentos.

Las cremas con medicamentos se deben utilizar siguiendo las pautas de la prescripción médica. Pero hay muchos productos formulados a base de ingredientes naturales con propiedades antiinflamatorias, como el árnica, la camomila, el ginkgo biloba o el cannabidol (CBD) que ahora está tan de moda, que no contienen fármacos y que también resultan muy efectivas. La frecuencia de aplicación depende de los ingredientes, pero en general se pueden usar de dos a cuatro veces al día dejando entre seis y ocho horas entre cada aplicación.

Salvo que las agujetas impidan moverse, no es necesario guardar reposo. Al contrario, a la agujeta le viene bien el movimiento siempre que no se fuercen los músculos. Los estiramientos pueden ayudar a reducir la rigidez muscular y la actividad ligera (caminar, montar en bici, el ejercicio en el agua, etc.) mejora el flujo sanguíneo.

Qué son en realidad, las agujetas

Las agujetas son en realidad un dolor muscular de aparición tardía. De hecho, técnicamente se llaman DOMS por sus siglas en inglés (Delayed Onset Muscle Soreness).

Las agujetas suelen aparecer a las ocho-diez horas después de realizar un esfuerzo físico al que los músculos no están acostumbrados, alcanzan su máximo nivel a las 24-48 horas y suelen remitir en dos o tres días.

El esfuerzo muscular provoca microrroturas de microfibrillas musculares que ocasionan una leve inflamación y dolor. En cierto modo, las agujetas son un mecanismo de defensa del organismo que nos avisa para que no sigamos forzando el músculo afectado.

Las agujetas son habituales después de la práctica deportiva intensa, cuando se retoma el ejercicio después un tiempo sin practicarlo o cuando se trabaja un bloque muscular diferente al habitual, pero también pueden producirse después de realizar una limpieza profunda de la casa o tareas de bricolaje que impliquen movimientos repetitivos.

No hay que confundir las agujetas con otros dolores musculares como los calambres, que son una contracción muscular intensa y temporal. Tienes más información sobre esta molestia en el post Trucos para aliviar los calambres en el embarazo

 ¿Se pueden prevenir las agujetas?

Las agujetas son una respuesta fisiológica normal a un esfuerzo extra. Por lo tanto, se van a producir si hacemos movimientos a los que no estamos acostumbrados. Pero dejarán de aparecer cuando los músculos se acostumbren a esos movimientos.

No hay productos alimenticios ni accesorios que ayuden a prevenirlas. Lo único que se puede hacer es dosificar el esfuerzo.

  • Para evitar que aparezcan a consecuencia de una actividad deportiva, lo mejor es empezar cualquier tipo de ejercicio nuevo de forma suave y aumentar la intensidad gradualmente.
  • Además, siempre conviene calentar de forma dinámica antes del ejercicio físico para preparar los músculos para la carga que vendrá a continuación y acabar la práctica deportiva con estiramientos.

Falsos mitos sobre las agujetas

Todavía circulan algunas teorías erróneas en tornos a las agujetas, como que se pueden eliminar tomando agua con azúcar o realizando de nuevo el ejercicio intenso, pero se ha comprobado que son falsos mitos.

El agua con azúcar no cura las agujetas

La creencia de que las agujetas se pueden eliminar bebiendo agua con azúcar es una teoría sin fundamento que se basa en la idea de que al realizar un sobreesfuerzo físico se produce una cristalización del ácido láctico de los músculos que se puede disolver tomando azúcar

Sin embargo, se ha demostrado que las agujetas no tienen nada que ver con el acúmulo de cristales de ácido láctico, así que no sirve de nada tomar azúcar

Ni tampoco las sales mineras

Las bebidas con sales minerales ayudan a reponer los minerales que se pierden a través del sudor (sodio, potasio, magnesio…) cuando se hace un ejercicio intenso, pero no alivian el dolor de las agujetas ni aceleran la recuperación.

Es cierto que es importante hidratarse bien antes, durante y después de su esfuerzo, pero es suficiente con beber agua.

Los estiramientos no previenen las agujetas

Los estiramientos son necesarios antes y después de hacer ejercicio para prevenir lesiones, pero no previenen el dolor de las agujetas, que se van a producir si hay un sobre esfuerzo, aunque sí pueden ayudar a la recuperación muscular después de este.

Repetir el ejercicio intenso no solo no elimina el dolor de la agujeta, sino que lo puede empeorar.

Es cierto que el ejercicio puede ayudar a curar la agujeta, pero siempre que se haga de forma controlada y suave. Machacar el músculo para que ·se acostumbre» puede provocar un sobre esfuerzo mayor e incluso una lesión. Como decía anteriormente, lo prudente es aumentar la intensidad de los ejercicios poco a poco.

El ejercicio que causa agujetas no se debe repetir con la misma intensidad hasta que el músculo se haya recuperado. Es preferible hacer sesiones de menor intensidad de forma habitual que pocas, pero intensas.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comparte si te gusta