Queda muy poco para la vuelta al cole y toca poner al día el material escolar. Uno de los accesorios más importante es la mochila, necesaria para llevar el material y los libros, o la merienda y la ropa de cambio si tu peque está todavía está en educación infantil. Tiene que ser resistente, pues como mínimo tiene que durar todo el curso y, al mismo tiempo, ligera y cómoda de llevar, para evitar que el peso de los libros ocasiones problemas de espalda.

Actualmente, hay tantos modelos de mochilas escolares con diseños tan bonitos que no resulta nada fácil elegir. Pero, precisamente, el diseño -que suele ser lo primero que miran los estudiantes- es lo último que hay que valorar, ya que es mucho más importante que el tamaño de la mochila se adecúe a la altura del niño o la niña y que resulte cómoda para transportar el material a diario. Además, también hay que tener en cuenta el uso que se va a dar la mochila, pues no es lo mismo transportar un montón de libros de texto que una tablet (si el cole da la opción de usar los libros en formato digital).

Qué tener en cuenta para elegir la mochila escolar

1. El tamaño de la mochila

La mochila no debe ser más ancha ni más larga que el torso del estudiante, ni colgar por debajo de la cintura más de 10 cm. Si es más grande de la cuenta, podría colocarla mal y forzar la espalda. Además, cuanto más grandes son las mochilas, más la llenan y más peso llevan.

En la etapa de Educación Infantil, cuando solo necesitan llevar la merienda y la ropa de cambio, pueden usar una mochila pequeña, con un tamaño aproximado de 7-10 litros de capacidad.

En primaria y en la ESO, cuando llevan y traen libros y cuadernos, necesitan un tamaño mayor de entre 20 y 35 litros de capacidad

2. El peso que va a soportar la mochila

Según la Asociación Española de Pediatría, la mochila (llena) no debe pesar más del 15 % del peso del niño o la niña. Por lo tanto, es fundamental elegir un modelo ligero y resistente al mismo tiempo. Todos los años, en septiembre, coincidiendo con la vuelta al cole, las organizaciones médicas recuerdan el riesgo que supone para la espalda de los escolares cargar en exceso la mochila.

Lo ideal sería dejar libros en el aula, pero en muchos colegios no lo permiten. Si la editorial da la opción, conviene comprar los libros divididos por trimestres para que pesen menos.

Si no es posible reducir el peso de la mochila, lo ideal es usar una mochila con ruedas (trolley) para evitar que el peso caiga sobre los hombros y espalda. Si se opta por este sistema, conviene elegir un modelo ligero con tirantes acolchados y regulables en altura y hombreras acolchada, por si en un momento dado tienen que cargarla a la espalda, por ejemplo para subir escaleras. Además, es importante que las ruedas sean grandes y fuertes y que el asa de transporte sea extensible para poderlo ajustar a la altura del usuario (un detalle que agradecerán los padres y madres, a las que muchas veces les tocará llevar la mochila).

Si tu hijo o tu hija prefiere usar una mochila de tirantes (en la ESO la mayoría no quieren llevar carritos), debe llevarla tan cerca del cuerpo como se pueda y a la altura de la zona lumbar.

Para repartir mejor el peso, los expertos aconsejan colocar los objetos más pesados al fondo de la mochila y los más ligeros a la altura de los hombros. Para aligerar el peso de la mochila, conviene revisarla de vez en cuando y vaciarla de cosas que no necesitan ni deberían llevar al cole.

3. Material y tirantes

Es esencial que la mochila esté fabricada en un material resistente a los roces y que sea impermeable (para que los libros no se mojen si llueve mucho) y fácil de limpiar.

Lo ideal es que la mochila tenga tirantes regulables, anchos y acolchados para evitar que se claven en los hombros del niño. Además, conviene que tenga la parte trasera acolchada, para reducir el riesgo de que se le claven los objetos punzantes que pueda llevar en la mochila.

4.Compartimentos y accesorios

Conviene que la mochila tenga al menos dos compartimentos, para poder llevar por separado el material escolar y la comida y, al menos, un bolsillo exterior para poder llevar una botella de agua. A los adolescentes les puede interesar un modelo con bolsillos interiores para el móvil o un puerto USB con cable para poder conectar el móvil a una batería o un Power Bank.

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