Un reciente estudio ha detectado demoras, falta de medios y desigualdad  en la valoración de la discapacidad en España

El estudio “Análisis del procedimiento de valoración de la discapacidad en España”, que ha sido realizado por un equipo de investigadores del Observatorio de la Exclusión Social de la Universidad de Murcia, analiza el procedimiento que se sigue para valorar la discapacidad en España, con una especial atención al impacto que tiene el sistema de valoración actual en las personas que sufren esclerosis múltiple

Partiendo de que el reconocimiento de la discapacidad es  clave para la inclusión social  y el acceso a derechos de las personas con discapacidad, en el estudio se explora especialmente la situación de vulnerabilidad sanitaria y social que afecta a las personas con esclerosis múltiple.

Así, el estudio examina la prevalencia de la discapacidad y los datos específicos sobre esclerosis múltiple en España.

En concreto se analiza

  • la insuficiencia de los baremos actuales para reflejar la variabilidad y progresión de la enfermedad.
  • la falta de especialización técnica en los equipos evaluadores.
  • la escasa coordinación interinstitucional.

Mucha desigualdad al valorar la discapacidad en España

El principal eje del estudio es la nueva ley de valoración de la discapacidad. En el estudio se ha analizado la evolución normativa, la percepciones de los profesionales sobre la adecuación de los baremos para valorar la discapacidad, los equipos de valoración y el papel de las entidades sociales.

El estudio ha puesto de relieve que existen grandes diferencias entre las comunidades autónomas, tanto a la hora de aplicar la normativa sobre la valoración de la discapacidad como al acceder a la valoración de la discapacidad. Además, los expertos externos han denunciado la falta de protocolos unificados.

Hay una brecha importante en los tiempos, criterios y calidad de las valoraciones. Las comunidades autónomas presentan ritmos muy dispares. Según los testimonios de entidades: “en Madrid tardan más de dos años en valorar la discapacidad y en el País Vasco cuatro meses”,

  • Las principales limitaciones del sistema  a la hora de valorar la discapacidad son la lentitud, la burocracia y la falta de personal (en general y especializado) , lo que afectan a la equidad y la eficacia de las valoraciones.
  • Las entidades describen el sistema para valorar la discapacidad como lento, frustrante y precario,  la administración reconoce “ que hay “listas de espera brutales”; y los expertos añaden que “falta formación especializada y sensibilidad hacia síntomas invisibles”
  • Además, hay problemas de coordinación entre las administraciones públicas. 

Propuestas para mejorar la valoración de la discapacidad

El estudio incluye diferentes propuestas para mejorar la valoración de la discapacidad a nivel general, en relación con la brecha territorial y con la propia esclerosis múltiple que puedes consultar en este enlace de la web de esclerosis múltiple donde está el estudio completo.

Entre ellas destacan:

  • Reforzar la cohesión territorial para garantizar un procedimiento para reconocer la discapacidad homogéneo en las comunidades autónomas.
  • Establecer directrices estatales de cumplimiento obligado  que aseguren criterios comunes para valorar la discapacidad y plazos máximos, manteniendo la autonomía organizativa, pero garantizando la igualdad de trato.
  •  Crear un observatorio estatal que supervise la equidad en la aplicación del RD 888/2022 por  el que se establece el procedimiento para el reconocimiento, declaración y calificación del grado de discapacidad.
  • Mejorar la formación especializada de los equipos de valoración de la discapacidad.
  • Modernizar y hacer más accesibles los sistemas digitales.
  • Desarrollar protocolos específicos para enfermedades tan heterogéneas como la esclerosis múltiple.
  • Establecer mecanismos de revisión del marco normativo y revisiones cada cinco años del baremo de discapacidad, con participación de las entidades representativas, profesionales y usuarios, para mantener la coherencia con los avances clínicos y sociales.
  • Facilitar la participación de las organizaciones y personas con discapacidad en el diseño del sistema de valoración de la discapacidad.
  • Fortalecer y profesionalizar los equipos de valoración con más personas y con formación continua acreditada que incluya aspectos psicosociales, cognitivos y contextuales.
  • Impulsar una mayor implicación directa de las personas con discapacidad en los órganos de decisión, evaluación y diseño de las políticas que les afectan.

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