El primer año del bebé es una etapa maravillosa llena de momentos inolvidables: su primer baño, esa sonrisa que lo llena todo, sus piruetas gateando… Así que, ahora que con las cámaras de los móviles podemos hacer fotos en cualquier momento y circunstancia y borrarlas si no nos gustan, llenamos las galerías de nuestros teléfonos de imágenes de nuestros hijos.

El problema de almacenar tantas fotos es que a veces cuesta encontrar la imagen que buscamos de un momento concreto. Para poder preservar los recuerdos del primer año del bebé (o de los primeros años de nuestros hijos), lo más práctico sigue siendo el álbum de fotos clásico de toda la vida. Ahora es mucho más fácil de confeccionar, ya que se puede crear on-line, en forma de álbum digital para obtenerlo después en formato físico. En internet se pueden encontrar muchos diseños. Aquí tienes unas ideas para prepararlo:

Consejos para preparar un fotobook para el bebé

1. Hacer un planning

Antes de empezar a recopilar todas las fotos, es aconsejable pensar qué momentos se van a incluir: los meses de embarazo (para que pueda apreciarse cómo la tripa se hace cada vez más grande), el parto, los primeros días en casa, el inicio de la lactancia y otros hitos importantes en la evolución del bebé (celebraciones, comidas, los primeros pasos, la entrada en la guardería, etc).

Aunque confeccionar este planning pueden llevar un poco de tiempo, ayudará a organizar las imágenes y a contar la historia del nacimiento con orden y sentido.

2. Elegir el tema

El siguiente paso es definir el tema y estilo del foto-libro, para que se adapte a los gustos de los padres y el bebé. En este tipo de álbumes lo más seguro para acertar es apostar por los colores suaves y el diseño minimalista.

Para que el álbum represente mejor al bebé podemos ilustrarlo con imágenes con la ropita que más le ponemos o los peluches que más le gustan. Para facilitar la tarea, en internet se pueden encontrar muchas plantillas adecuadas para álbumes de fotos para bebes.

3. Introducir momentos cotidianos

Además de los típicos “posados” en los que el bebé está para comérselo, para que el álbum resulte natural es necesario incluir fotos en las que el peque no mire a la cámara, que muestran su día a día: el baño, el paseo, esos gestos adorables pillados por sorpresa, o no tan adorables (que también tienen su encanto).

No es imprescindible que estas imágenes de los momentos cotidianos tengan una gran calidad, ni siquiera que estén perfectamente enfocadas, pues así le darán un toque especial al álbum.

4. Seguir una secuencia cronológica

Es importante organizar las fotos siguiendo un orden cronológico, para que se vea la evolución del bebé desde que nace hasta el momento actual y poder revivir así su crecimiento.

5. Usar fotos con buena calidad

Excepto la mencionada excepción en las imágenes cotidianas, es fundamental usar fotos alta resolución para conseguir un resultado claro y nítido.

Las imágenes de baja calidad o poco nítidas podrían afectar a la calidad final del foto-libro.

6. Dejar espacio para el futuro

A medida que el bebé vaya creciendo va a tener más historias que contar, por lo que conviene dejar algunas hojas en blanco en el foto-libro para las imágenes futuras.

Espero que con estos consejos te resulte más fácil preparar un foto-libro de tu bebé. Seguro que si aportas tu toque personal y conseguirás un álbum único y muy bonito.

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