Desde pequeña he oído decir que los huesos duelen más cuando hace frío.. La mayoría de las personas que sufren artrosis y artritis notan más rigidez y dolor en las articulaciones cuando bajan los termómetros y aumenta la humedad. Incluso, hay quien anuncia que va a cambiar la temperatura porque nota más dolor en las rodillas o las manos. Varios estudios científicos han profundizado en estas circunstancias.

Qué dicen los estudios científicos sobre el frío y el dolor de huesos

El estudio de la Universidad de Leuven, de Bélgica, «La influencia de las condiciones climáticas sobre la artrosis y el dolor articular tras la cirugía protésica», destaca que a presión barométrica, la temperatura y la humedad son las condiciones climáticas que más relación tienen con el aumento de las molestias dolorosas y que “los mecanismos de sensibilización central y la función de un canal de potencial receptor transitorio podrían explicar la hipersensibilidad al dolor al clima frío.”

Otro estudio de la Universidad Occidental de Australia ha demostrado que los pacientes con artrosis presentan hiperalgesia (aumento de la sensibilidad al dolor y reacción extrema al mismo) por el frío y rigidez.

Según datos de la Sociedad Española de Reumatología, la artrosis afecta a más de 7 millones de personas en España, siendo la tercera causa de incapacidad laboral

Por qué los huesos duelen más cuando hace frío

  1. Algunos investigadores piensan que la bajada de la presión barométrica (fuerza ejercida por el peso de la atmósfera) cuando hace frío puede facilitar que los tejidos de las articulaciones se hinchen y ejerzan presión sobre los nervios que controlan las señales de dolor.
  2.  Pero la teoría que cuenta con más evidencias es que el sistema nervioso reacciona de forma diferente cuando hace frío, de forma que el cerebro amplifica las señales de dolor de las articulaciones, incluso cuando estas no están muy afectadas.

Cuando hace frío, los nervios simpáticos contraen los vasos sanguíneos de las extremidades para reducir la pérdida de calor y ayudar a mantener caliente el centro del cuerpo y proteger  los órganos vitales. Estos mismos nervios son los que emiten las señales de dolor y esta mayor activación podría provocar un aumento en el dolor.

Otros factores del invierno que aumentan el dolor de huesos

No podemos cambiar la temperatura, pero hay otros factores, sobre los que sí podemos influir que también influyen en la percepción del dolor, como el sueño de calidad (te aconsejo leer el post Consejos parahacer frente al insomnio), el estado de ánimo y sobre todo, la actividad física. Además, es importante mantener unos buenos niveles de vitamina D, que en invierno, ante la falta de luz solar, podrían bajar, y si es necesario tomar suplementos de Vitamina D.

El ánimo también influye mucho en la percepción del dolor, y en los meses fríos y oscuros en los días son más cortos es más habitual sufrir bajones de ánimo que puede aumentar también la percepción del dolor.

Por otro lado, el frío puede hacer que nos movamos menos y, está demostrado que la falta de movimiento puede empeorar los síntomas de la artritis y la artrosis. Así que, si no es posible salir a la calle a caminar, hay que buscar alternativas para mantenerse activo. Te aconsejo leer el post Consejos para prevenir los efectos del frío sobre la salud.

Consejos para prevenir el dolor de huesos en invierno

El doctor. Elias Muntean, especialista en medicina ortopédica y de emergencia ofrece estos consejos prácticos para proteger y cuidar las articulaciones en los días de frío y así prevenir el dolor de huesos en invierno

1. Abrigarse bien para mantener las articulaciones calientes, en especial manos y pies, usando guantes y ropa térmica.
2. Practicar ejercicios suaves, como yoga o aquagym en agua templada, o caminar (abrigándose bien) para mantener la movilidad.
3. Evitar los sobreesfuerzos. Si es necesario, utilizar un soporte (por ejemplo, un bastón) para recorrer distancias largas.
4. Cuidar la postura: Evitar posiciones incómodas y utilizar asientos en los que se pueda apoyar correctamente la espalda.
5. Usa deshumidificadores en casa para reducir la humedad cuando sea necesario.
6. Consumir alimentos ricos en omega-3, como el salmón y las nueces, ya que tienen propiedades antiinflamatorias.
7. Beber suficiente agua para ayudar a mantener las articulaciones lubricadas.
8. Mantenerse en un peso saludable para reducir la carga en las articulaciones. 
9. Cuando se note rigidez o dolor en una articulación, aplicar calor local, por ejemplo: compresas calientes.
10. Consultar con el médico las posibles opciones terapéuticas. Hay tratamientos innovadores de medicina regenerativa, como el tratamiento con microinjertos autólogos, que frenan la degeneración del tejido y pueden ayudar a aliviar los síntomas de una forma eficaz.

Medicina regenerativa para aliviar el dolor de la artrosis

Según explica el experto, el tratamiento con microinjertos autólogos es sencillo y mínimamente invasivo y además, no tiene riesgo de rechazo porque el donante es el propio paciente
El tratamiento tiene dos pasos:
1. Primero se extrae una pequeña muestra de cartílago auricular, que después se procesa para obtener un compuesto biológico con células madre.
2. La muestra obtenida se inyecta en la articulación afectada para reducir la inflamación y promover la regeneración del tejido.

En palabras del experto “los efectos se empiezan a notar en pocas semanas, y pueden prolongarse durante años.

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