A raíz de que el príncipe Harry de Inglaterra revelara en sus memorias que su mujer inhaló gas de la risa en su primer parto, se ha empezado a hablar de este procedimiento analgésico, muy extendido en el Reino Unido, y que desde hace tiempo se usa también en algunos hospitales españoles para aliviar el dolor de las contracciones.
El llamado “gas de la risa” cuyo nombre científico es Entonox es una mezcla de óxido nitroso (N2O) y oxígeno que tiene poder anestésico, lo que ayuda a reducir la percepción del dolor de las contracciones. Su efecto dura muy poco tiempo, por lo que entre contracción y contracción, la embarazada está totalmente consciente y puede moverse sin problema.
Qué efectos produce el gas de la risa durante el parto
El entonox, de olor dulce, se lo la administra la propia embarazada durante el parto: cuando nota que va a comenzar una contracción, inhala con ayuda una mascarilla o boquilla, la cantidad de gas que ha fijado previamente un anestesista, para así aliviar el dolor durante la contracción. En los hospitales que ofrecen esta técnica para aliviar el dolor del parto, el uso de Etonox es controlado en todo momento por un anestesia
El llamado “gas de la risa se usa desde hace muchos años en Reino Unido, Canadá, Australia, Finlandia y Suecia, y poco a poco se ha ido incorporando en algunos hospitales españoles. Por ejemplo, acutalmente se ofrece en Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, en el Hospital Público de Torrejón de Ardoz, Madrid, que menciona el óxido nitroso en su programa de parto respetado y en algunos Hospitales del Grupo HM, como la Unidad de Parto de Baja Intervención y de Parto Natural del Hospital HM Nuevo Belén, creada en 2008 por la doctora. Ana Suárez que explica en su web partonatural que esta técnica es idónea en el trabajo de parto, al no afectar al feto Según sus palabras: “El Entonox es muy insoluble en sangre y otros tejidos, por lo que actúa rápidamente y permite también una rápida recuperación, lo que permite proseguir el parto sin interferir al no reducir las contracciones, ni la sensación de pujo».
A nivel oficial, la Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal del Ministerio de Sanidad recomienda la inhalación de óxido nitroso durante el parto como un método de alivio del dolor, informando, eso sí, que su efecto analgésico es moderado y que puede provocar náuseas y vómitos, somnolencia y alteración del recuerdo.
En la misma guía se explica que el óxido nitroso tiene la ventaja de ser de acción rápida (rápido inicio y rápido cese de acción), no acumularse y no deprimir la contractilidad uterina y se añade que “en concentraciones de hasta un 50%, la auto-administración materna se considera segura bajo vigilancia, y habitualmente no se asocia a inconsciencia, como ocurre con concentraciones mayores”.
En la guía también se explica que la administración de óxido nitroso para el dolor durante parto puede hacerse mediante inhalación de forma continua o de manera intermitente solo durante las contracciones, y que la administración continua proporciona mejor analgesia pero más disforia e inconsciencia, mientras que la administración intermitente disminuye el riesgo de sobredosificación, pero como puede tardar en hacer efecto, para aumentar su eficacia la inhalación debe efectuarse antes de aparecer el dolor de la contracción.
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