A medida que se acerca la fecha del parto es inevitable empezar a sentir cierta aprensión, sobre todo si eres primeriza. «¿Cómo será el parto? ¿Cuánto durará? ¿Dolerá tanto como dicen? ¿Hará efecto la epidural? ¿Podré ver a mi bebé nada más nacer?«…
Aunque la atención al parto está cambiando y muchos hospitales tienen protocolos en los que se intenta respetar los deseos y la intimidad de la mujer en un momento tan importante como es el parto, si vas bien preparada todo resultará más fácil.
1. Si tienes claro cómo quieres que sea tu parto, elabora un plan de parto
En el plan de parto puedes indicar en él cómo quieres que sea, con o sin epidural, tu preferencia porque no te hagan episiotomía, rasurado, etc.. En la medida de lo posible, los profesionales que te atiendan deben respetarlo, lo dice la OMS. Además, puedes cambiar de idea en el transcurso del parto y por ejemplo pedir la epidural aunque en un principio no fuera tu intención, o al contrario.
Muchos hospitales públicos, como por ejemplo Hospital Universitario de Torrejón, ofrecen ya un modelo para realizar el plan de parto y también lo hacen cada vez más clínicas privadas, por ejemplo el grupo privado HM ya lo ofrece en todos sus hospitales y el Hospital Quirón Campo de Gibraltar da incluso la opción del parto en el agua.
Algunas maternidades públicas, como el Hospital Peset de Valencia, La Plana, de Castellón y el Hospital de Ibiza, también han humanizado las cesáreas, y permiten la presencia del padre en el quirófano y facilitan el piel con piel y el inicio de la lactancia tras la cesárea
Puedes preguntar qué protocolos se siguen en la maternidad donde vas a dar a luz. Si no hay un plan de parto establecido, puedes descargar el modelo aquí.
2. Intenta no crearte falsas expectativas sobre el parto
Es cierto que es un momento muy especial y todas las futuras madres soñamos con el momento de conocer y abrazar a nuestro bebé. Pero hay que intentar no idealizar el parto porque puede transcurrir de una forma muy diferente a la imaginada.
No se puede saber cómo va a ser el parto. Incluso en las cesáreas programadas pueden surgir imprevistos. Yo tuve tres cesáreas y solo en la última, que fue una cesárea programada, me enseñaron a mi hija nada más nacer, pero tampoco puede estar con ella las primeras horas porque me subió mucho la tensión y me llevaron a una sala de observación mientras ella estaba con su papá. Es cierto que estás deseando abrazar a tu niño y los nervios te devoran, pero no pasa nada, luego tienes toda la vida por delante para recuperar ese «tiempo perdido».
3. Aunque vayas a usar la epidural aprende técnicas para relajarte y aliviar el dolor
Aunque la epidural se puede poner en la mayoría de los partos, a veces hay que esperar un tiempo para que haga efecto (y hasta entonces las contracciones duelen, doy fe, pero luego se olvidan tranquila) o puede surgir un imprevisto que impida ponerla.
Por eso, es bueno estar mentalizada y llevar preparados otros recursos para aliviar el dolor del parto: respiración, masajes, posturas….
En este sentido, los hospitales están bastante preparados y muchos cuentan con pelotas gigantes para balancear el suelo pélvico o para aliviar el dolor, lianas para sujetarse y estar en cuclillas y bañeras (pues se ha visto que el agua relaja y alivia el dolor),
4. Añade estos extras a la maleta del parto
Además de tu ropa y la que puedas necesitar para el bebé, echa unos calcetines en la bolsa del hospital: con los esfuerzos y las alteraciones que se producen en las hormonas durante el parto, es posible que se te queden los pies fríos y, por si acaso, también un abanico para los momentos de calor y cacao para hidratar los labios.
5. Si quieres un parto íntimo, no avises a la familia hasta que el bebé haya nacido (o aclararles que queréis estar solos)
Suena un poco feo decirlo, pero a veces (no fue mi caso) los abuelos están tan entusiasmados con el nacimiento de su nieto que deciden vivir el parto en primera persona y se presentan en el hospital para sufrir contigo paso a paso las contracciones.
No sé cómo debe ser esto, porque ya digo que no ha sido mi caso y eso que siempre he avisado que ya tocaba, pero pienso que lo ideal es compartir el parto con el papá de la criatura pues es un momento único para la pareja. Ahora que si a ti no te importa y te apetece tener más compañía, perfecto. Es totalmente respetable.
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Creo que éste es uno de los momentos que más preocupan a las futuras mamis, por eso los consejos de las que ya han sido mamás ayudan tanto. Yo no he tenido hijos, pero me parece que quizás lo más importante sea recordar que no estamos solas y confiar en nosotras mismas y en que podemos hacerlo.