Si estás embarazada, es posible que te hayas planteado hacerte un tatuaje en el embarazo que te recuerde para siempre esta etapa tan especial de tu vida. Pero es mejor que pospongas la idea hasta que haya nacido tu hijo.
Los cambios que está ocasionando el embarazo en tu cuerpo y tu salud pueden influir en la seguridad de la técnica y en el resultado final, ya que en el embarazo la piel está mucho más sensible. Rebeca Robledo, directora del estudio WOMAN TATTOO, de Madrid, especializado en tatuaje para mujeres explica por qué no conviene hacerse tatuajes en el embarazo y cuánto conviene esperar desde el parto para tatuarse.
Por qué no conviene hacerse un tatuaje durante el embarazo
Aunque, hoy en día, las técnicas para hacer tatuajes para mujeres son muy sencillas y bastante seguras, no se deben hacer tatuajes durante el embarazo por varias razones.
1. Se desconocen los efectos de las tintas en el embarazo y el feto
Para hacer un tatuaje se usan unas tintas que penetran en la piel. Aunque, actualmente las tintas y colorantes que se utilizan para hacer tatuajes tienen que estar autorizadas previamente por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y solo pueden ser aplicadas por profesionales cualificado en locales autorizados, no hay estudios concluyentes sobre sus efectos en el embarazo y el feto, así que por precaución es mejor evitar los tatuajes.
2. Hay más riesgo de sufrir infecciones
Como el cuerpo de la futura madre está expuesto a tantos cambios fisiológicos, el sistema inmunitario puede estar más débil, lo que aumenta el riesgo de infección en las pequeñísimas heridas que se hacen en la piel al perforarla con las micro agujas que insertan la tinta. Por la misma razón, tampoco es un buen momento para hacerse un piercing, que es una pequeña perforación y, aunque se haga con una agujas estéril y desechable, tampoco está exenta de infectarse.
3. Puede haber reacciones alérgicas
En el embarazo la piel está mucho más sensible, hasta el punto de que a veces experimenta reacciones ante productos que antes se usaban con normalidad, como los tintes de pelo o las cremas depilatorias etc., así que es mejor no arriesgarse a probar nada nuevo.
4. La cicatrización puede alterarse
El sistema inmunológico está alterado en el embarazo, por lo que puede tardar más en cicatrizar una herida. Además, la piel, al estar más sensible, puede tener una reacción inflamatoria.
5. El dibujo pueden cambiar
El dibujo puede alterarse con el aumento de peso y volumen que se produce durante el embarazo, especialmente si se hace en la tripa, las caderas o el pecho.
Cuánto esperar para tatuarse desde el parto
Después del parto, también conviene esperar un poco para tatuarse, pues es importante que la mujer esté recuperada y con el sistema inmune fuerte. Además, no conviene tatuarse si se está dando el pecho.
Tras el parto, la experta del estudio WOMAN TATTOO de Madrid aconseja esperar al menos entre tres y seis meses, dependiendo de la recuperación de la mujer (y siempre que ya no dé el pecho) para celebrar la maternidad con un tatuaje que recuerde para siempre esta etapa tan bonita.
Por qué no conviene tatuarse durante la lactancia
Aunque los tatuajes no afectan al lactante, es mejor esperar porque pueden alterar la salud de la madre y en consecuencia, también, entorpecer la lactancia.
En la web informativa sobre fármacos y lactancia e-lactancia se indica que los efectos adversos de los tatuajes en el bebé lactante son leves o poco probables. Perom aun así, es mejor esperar a destetar al bebé para hacerse un tatuaje.
Durante la lactancia, el cuerpo de la mujer sigue expuesto a cambios importantes que la hacen más vulnerable a los posibles riesgos que entraña hacerse un tatuaje: infecciones, reacción alérgica, problemas con la cicatrización, etc. Tienes más información en el post Lactancia prolongada, que se puede hacer y qué no.
Además, si la madre coge una infección sí que se la puede transmitir al bebé por la leche. Y si tuviera que tomar fármacos después de hacerse el tatuaje, puede que no sean compatibles con la lactancia.
¿Y si ya tengo un tatuaje previo al embarazo?
Normalmente, tener un tatuaje no entraña ningún problema para el embarazo ni el feto. En todo caso, pueden producirse cambios en el color o en la forma si el dibujo está en una parte del cuerpo que se distiende o hincha durante el embarazo (tripa, piernas, etc.)
Hace años no se ponía la epidural a las mujeres que tenían tatuajes en la zona lumbar, pero ahora, siempre que es posible se intenta buscar un espacio sin tinta para pinchar la anestesia.
Los piercings en el embarazo tampoco suelen dar problemas, salvo que se encuentren en los pezones (algunas mujeres se los quitan porque sienten molestias) o en el ombligo (conviene quitárselo al principio del embarazo para que no cause un desgarro al crecer la tripa).
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR
- Los análisis de sangre en el embarazo
- Diagnóstico prenatal: el test prenatal no invasivo
- Los 12 mejores juguetes de 2025
0 comentarios