A partir de los tres años, coincidiendo con la entrada en el colegio, los niños empiezan a ser mucho más autónomos y demuestran un gran afán de aprender. Es un buen momento de empezar a enseñarles a vestirse sin ayuda. Al principio resultará un poco tedioso y puede que nos impacienten.  De hecho, muchas veces, no  damos a nuestros hijos  la oportunidad de hacer las cosas solos porque creemos que no van a ser capaces y, además, pensamos que haciéndolo nosotros acabaremos antes, pero esto es perjudicial porque no les permitimos avanzar en su autonomía. A vestirse solo se aprende practicando, aunque hay algunos truquillos que puedan ayudar cuando son pequeños

Tucos para enseñar a los niños a vestirse solos.

  • Al principio, para estimularles a vestirse solos, puedes empezar por dejarle las prendas a medio poner, por ejemplo, el pantalón a medio subir para que termine de ponérselo él y otro día pida hacerlo solito desde el principio.
  • Hay que buscar momentos tranquilos en los que poder enseñar al niño a vestirse con paciencia y cuidado. Por ejemplo, al ponerse el pijama antes de dormir o durante los fines de semana.
  • La imitación es un buen aliado: tu hijo aprenderá antes si te vistes a la vez que él delante de un espejo.
  • Para enseñarle a identificar el interior y el exterior de cada prenda, muéstrale donde están las costuras que diferencian la parte la parte bonita de la fea. También tendrás que explicarle qué va delante y detrás, por ejemplo normalmente la etiqueta va detrás (a veces va en un lado) y los dibujos de las camisetas suelen ir delante.
  • Hay un truco para enseñar a ponerse el abrigo que usan mucho en las guarderías y en educación infantil: dejar la prenda en el suelo, abierta y boca arriba, poner al niño de rodillas frente a la prenda y decirle que meta los brazos por las mangas. Así, al ponerse de pie, solo tendrá que levantar los brazos y el abrigo pasará por encima de la cabeza.
  • Lógicamente, al principio los niños no saben abrocharse los botones y hay que ayudarle a terminar el trabajo que ha empezado. Para que no se frustren, podemos decirles que vestirse es muy difícil y que a nosotros también nos ayudan cuando nos cuesta hacer algo. Equivocarse es parte del aprendizaje.
  • Puedes animar a tu hijo a practicar con sus muñecos, jugar con él a hacer nudos, abrochar y desabrochar botone con prendas tuyas que ya no uses, subir y bajar cremalleras de cojines viejos, etc.. Hay cuentos interactivos para practicar los movimientos que se hacen al vestirse, atarse los cordones, etc.
  • Para ayudarle a saber qué zapato se tiene que poner en cada pie puedes colocar plantillas de distintos colores o pìntar dibujos en la suela.
  • Hasta que los niños aprenden a vestirse y desvestirse solo, es mejor evitar los petos que pueden resultar complicados de poner y quitar (y bastante incómodos cuando dejan el pañal y empiezan a ir al baño solitos), los leotardos, los botones pequeños, las hebillas, los corchetes, los cordones y los cinturones y optar en su lugar por prendas con velcros y elásticos y aberturas anchas de magas y cuellos.

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