En el cuidado de la boca, prevenir es curar y la prevención empieza por evitar los malos hábitos de los niños que pueden perjudicar la salud bucodental.

La higiene bucodental del bebé debe empezar incluso antes de que salgan los primeros dientes, para así poder  prevenir problemas y enfermedades dentales que pueden aparecer por no llevar unos hábitos saludables desde pequeños. La Sociedad Española de Odontopediatría recomienda empezar a cepillar los dientes desde que salen.

Según explica Rocío Mompó, odontóloga, periodoncista e implantóloga  de la clínica dental en Valencia capital del mismo nombre, que ha asesorado este artículo, “la mayoría de problemas dentales que tenemos cuando somos adultos provienen, en gran medida, de los malos hábitos que tuvimos en la infancia”.

¿Qué malos hábitos hay que evitar para que nuestro hijo tenga una buena salud bucodental?

Según explica la experta, estos son los malos hábitos en los niños que pueden perjudicar la salud bucodental:

1. Uso prolongado (o inadecuado) del chupete

El uso prolongado del chupete durante mucho tiempo puede provocar malformaciones, mala posición dental (desviación de los dientes delanteros) y mordida abierta y otros riesgos para la salud dental.

Por eso, los odontólogos  recomiendan retirar el chupete antes de los dos años para evitar cualquier anomalía.

Además, nunca hay que impregnar el chupete con ningún tipo de substancia  (miel, soluciones azucaradas, etc.) con el objetivo de calmar al bebé. Este “truco”, al que recurrían nuestros abuelos y que todavía se sigue usando, es un grave error porque crea el escenario perfecto para que la caries pueda atacar sin piedad.

Por la misma razón, para no contaminar la  boquita del bebé con la saliva de los adultos, hay que evitar limpiar el chupete metiéndolo en la boca del adulto.

2. Chuparse el dedo

Chuparse el dedo en la infancia es una de las costumbres más perjudiciales para la salud bucodental, ya que el hábito cuando el hábito no desaparece y se alarga en el tiempo. puede afectar al desarrollo de los huesos maxilares y provocar oclusión.

Además, puede provocar otros problemas como la deformación del paladar o el desplazamiento de los dientes anteriores y posterior.

Si el hábito de chuparse el dedo no se corta a tiempo (antes de los cuatro años), puede provocar que el niño necesite ortodoncia en un futuro.

3. Dormirse con el biberón en la boca

Es habitual que el bebé se duerma con el biberón en la boca. Si ocurre, hay que retirárselo cuanto antes y si ya lleva un tiempo con él, limpiarle bien la boquita con una gasa para evitar que el azúcar de la leche del biberón se mezcle con los gérmenes y bacterias de la boca, lo que aumenta el riesgo de caries.

4. Usar pasta de dientes con excesivo flúor para su edad

Aunque el flúor ayuda a prevenir la aparición de caries, se debe utilizar dentro de unos límites.

  • Hasta los seis años solo se deben utilizar dentífricos infantiles para evitar el exceso de flúor en los niños pequeños.
  • El exceso de flúor puede provocar fluorosis  manchas marrones o blancas en los dientes)

 

5.Abusar de los dulces y las bebidas azucaradas

El consumo excesivo de refrescos, zumos y otras bebidas azucaradas y el abuso de dulces y golosinas favorecen la aparición de la caries, que en los dientes de leche es muy rápida y destructiva.

La caries a edades infantiles puede ocasionar la caída de piezas dentales, rotura, dolor, etc.

Además, el consumo excesivo de azúcares favorece la obesidad.

5. No acudir a las revisiones del dentista

No hay que esperar a que los niños tengan un problema para acudir al dentista.

Conviene realizar al menos una revisión en el dentista una vez al año para detectar los problemas cuanto antes y poderlos prevenir y tratar lo antes posible.

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