La retirada del chupete es una situación que nos causa más de un desvelo a los padres y madres. ¿Es posible dejar el chupete sin traumas?

El chupete es un objeto de consuelo para nuestros niños y es normal que se resistan a dejarlo. Pero llega un momento en el que hay que invitarles a que lo abandonen para que no afecte a la evolución de los dientes.

Dicen que cuánto antes se quite es más sencillo, aunque por otro lado, antes de los dos años los niños tienen una enorme necesidad de succionar (les alivia y consuela) y es posible que si no tienen chupete, utilicen el dedo, y esta costumbre es más difícil de eliminar y más peligrosa para el desarrollo de los dientes.

No voy a hablar aquí cuando es el mejor momento para dejar el chupete. Eso es asunto de los expertos y yo solo soy madre. Pienso que es el pediatra que conoce al niño y su evolución física y psicológica, quien mejor puede aconsejar en cada caso concreto. Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y unos tardan más que otros en poder prescindir de las satisfacción que les produce succionar. Al final, se trata de una decisión muy personal que va a depender del apego del niño al chupete y sus circunstancias.

Consejos para ayudarle a dejar el chupete sin traumas

Solo quiero aportar alguno consejos que creo que pueden venir bien cuando llegue el momento de decirle adiós

1. Nunca de golpe

Lo normal es que la necesidad de chupar vaya desapareciendo por sí sola y los niños acaben por dejar el chupete espontáneamente. No conviene quitarles el chupete de golpe. Es su consuelo.

2. Fijarse cuándo lo usa más y por qué

Si sabes en qué situaciones tu hijo pide más el chupete, por ejemplo cuando se aburre o está nervioso, podrás compensarle la falta del chupete con mimos.

3. Siempre por las buenas

No es bueno utilizar métodos drásticos como untar el chupete con sustancias amargas, coserle hilos o rasgar la tetina para que le resulte desagradable,  ni castigar al niño o amenazarle si lo coge.

No regañes a tu hijo cuando te pida el chupete, ni permitas que nadie le diga que «está feo (o fea) con chupete».

Es importante que sienta tu apoyo en todo momento y sobre todo cuando lo pide, porque eso significa que están demandando consuelo.

4. Hacerle sentir mayor

Con algunos niños funciona hacerles sentir mayores y decirles algo así como: «ahora que ya eres grande, puedes usar solo el chupete en casa por las tardes o para dormir«, y así ir reduciendo el tiempo que lo utiliza.

5. Proponerle que él solito lo vaya usando menos

Para que poco a poco lo vaya usando menos,  puedes decirle que lo deje en un lugar de casa y que únicamente lo pida cuando lo necesite de verdad. Qué él decida.

6. No hacer coincidir la retirada del chupete con otros cambios

No conviene retirar el chupete en un momento en el que haya otros cambios para el niño, como la llegada de un hermanito, una mudanza,  la retirada del pañal, el paso de la cuna a la cama, la entrada en la guardería, etc

7. Darle mucho cariño

Para conseguir que deje el chupete, hay que mostrarte muy comprensivo y darle mucho cariño para que se sienta seguro.

Mis experiencias con el chupete

Aunque muchos expertos aconsejan eliminar el chupete un poco antes de que el niño cumpla dos años, la realidad es muy distinta. Les consuela tanto que a menudo retrasamos el momento, porque está tan feliz  (y tan mono) con él que nos da pena, por miedo a que pase una mala noche, porque arma la marimorena cuando no lo encuentra… Y sí, quizá luego resulta un poco más difícil…

Mi hijo mayor rondaba los tres años cuando empezamos a retirarlo y ciertamente no fue fácil. Empezamos quitándoselo en la guardería (bueno, empezaron, reconozco que fue su profe la que nos invitó a dejar el chupe en casa). Se lo quitaron a él y a todos los compañeros que aún lo usaban (parece que cuando hacen las cosas en grupo, en las guarderías les resulta más fácil, como el tema del pañal, el problema es que no todos los niños son iguales…).

Recuerdo lo feliz que se ponía el pobre cuando se lo daba nada más salir de la guardería, lo devoraba y si no se lo llevaba lloraba con un desconsuelo.. Nos llevó tiempo que redujera su uso, hasta que llegó un momento en que solo lo utilizaba para dormir y otro en el que ya no lo pidió

El segundo le dijo adiós con escasos 19 meses.. Los paletos le estaban saliendo inclinados hacia delante y también, de nuevo en  la guardería, me aconsejaron quitarle el chupete. Lo consulté con la pediatra y estuvo de acuerdo.

Con él fue fácil porque tenía un objeto de consuelo, una seta de peluche que aún anda por casa, que llevaba allá donde iba (en realidad, tenía dos -de quita y pon- para que hubiera siempre una cuando la lavábamos, pero eso él no lo sabía ja ja), así que, se aferró a su muñeco.

Con la pequeña, que no fue a la guarde, no tuve que hacer nada. Ella sola lo dejó con ocho meses. Realmente nunca mostró mucho interés por él, lo usaba en momentos puntuales, cuando yo no estaba y necesitaba calmarse. Intuyo que se debió a que seguía tomando pecho (los otros lo dejaron poco después de volver yo a trabajar) y le consolaba mucho más que el chupete. Se dice que muchos niños que toman el pecho a menudo no necesitan chupete.

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