Se calcula que más de 2 millones de personas en España tienen cálculos renales (litiasis renal), un trastorno que puede derivar en un cólico nefrítico, que puede ser un proceso muy doloroso.

Según alertan desde el Servicio de Urología del Hospital Quirónsalud de Málaga, en verano las piedras en el riñón pueden llegar a aumentar hasta un 40%. La causa están en que la mayoría de los cálculos renales se producen por una acumulación de calcio y otros minerales y sales en el riñón o la vía urinaria. Según explica doctor José Ángel Gómez Pascual, jefe del Servicio de Urología del mencionado hospital: “Cuando hace calor, sudamos más, lo que provoca una mayor pérdida de líquidos del cuerpo y a una mayor concentración de calcio y otros minerales en el organismo, lo que aumenta el riesgo de sufrir cálculos renales”,

Cómo prevenir los cálculos renales

El 85-90% de las piedras que se forman en el riñón aparecen asociadas a la dieta y a los hábitos de vida actuales del mundo occidental, como:

  • Mala alimentación, con dietas ricas en proteínas, con una baja cantidad de frutas y verduras.
  • Consumo de poca agua, que se ve sustituida por otras bebidas que pueden deshidratar el organismo, como las que contienen alcohol, o que contienen demasiada azúcar, lo que favorece la presencia de cálculos renales.

Para prevenir las piedras en el riñón, los expertos aconsejan seguir una dieta baja en grasas saturadas, sal, azúcares y, sobre todo, beber mucha agua, preferiblemente baja en sodio si es embotellada o descalcificada si es del grifo. El agua ayuda a eliminar cualquier substancia a través de la orina, incluidas las pequeñas piedras.

¿Qué síntomas dan los cálculos renales?

El problema de los cálculos renales es que no suelen producir síntomas hasta que se produce un cólico nefrítico, un episodio muy doloroso que en muchos casos provoca que la persona que lo sufre vaya directamente a urgencias.

La doctora Gemma Duque, uróloga de la Unidad de Litiasis de clínica médico-quirúrgica de Urología Roc, explica que el cólico renal suelen producir  “un dolor que comienza de forma súbita en la región lumbar, se irradia hacia la zona genital o abdominal y puede acompañarse de náuseas o vómitos si un cálculo se ha desplazado y está obstruyendo la salida de la orina del riñón. También puede aparecer hematuria (sangrado en la orina), por el desplazamiento de la piedra, y fiebre en los casos de mayor gravedad si hay  infección”.

Según explica el doctor Fernando Cabrera, urólogo del mismo centro:  «Cuando una persona acude con estos síntomas a urgencias se realiza una analítica de sangre y orina, una radiografía, una ecografía y, si es necesario, un TAC, para poder detectar si se trata de un paciente con litiasis y en su caso, qué tamaño tiene el cálculo, dónde está localizado y si necesita una intervención urgente o se puede eliminar con otras medidas».

Cómo se eliminan los cálculos renales

Según explica el urólogo del Hospital Quirónsalud de Málaga, las piedras en el riñón varían mucho de tamaño, pudiendo tener desde la medida de un grano de arena hasta una piedra de proporciones considerables. Se pueden expulsar del cuerpo de manera natural a través de la orina, bebiendo mucha agua, pero también pueden permanecer en el riñón o desplazarse por el tracto urinario y quedarse atascados, bloqueando las vías urinarias y causando el doloroso cólico nefrítico. Otras veces, los cálculos renales se detectan de forma casual mediante pruebas radiológicas o a partir de una infección urinaria que provoca  dolor, malestar general y fiebre.

Según datos de Roc Clinic se  calcula que el 12% de los hombres y el 6% de las mujeres sufren un episodio de cálculos renales a lo largo de su vida. La Asociación Española de Urología, se estima que el 50% de los pacientes con antecedentes de cólico volverá a tener otro episodio a lo largo de su vida.

El tratamiento de los cálculos renales depende también del tipo que sean. Los cálculos pueden ser de:

  • Calcio (combinados con otras substancias como el oxalato)
  • Acido úrico (que se pueden presentar con la gota y la quimioterapia)
  • Estruvita (en personas con infecciones urinarias recurrentes)
  • Cistina (se forman por un trastorno hereditario)
  • Otras substancias, a consecuencia del consumo de ciertos medicamentos

Los datos de la Asociación Española de Urología indican que las litiasis cálcicas suponen un 70-80% del total, seguidas de los cálculos de ácido úrico (10%), las litiasis infectivas (2-15%) y los cálculos de cistina (1-2%).

Los cálculos renales más habituales son los de oxalato cálcico (calcio más oxalato) En estos casos, se aconseja disminuir que no eliminar, el consumo de verduras de hoja ancha como las acelgas o las espinacas, frutos secos, fresas, chocolate puro, bebidas relacionadas con cola y té.

La experta de ROC aconseja a las personas con cálculos renales seguir una dieta sana, variada y mediterránea en la medida de lo posible, evitar azúcares, grasas saturadas y alimentos ricos en sal y reducir la ingesta de carne roja a una vez a la semana y sobre todo, beber suficiente agua para orinar entre 2 y 2,5 litros de orina a lo largo del día.

Cuando la piedra supera los 5 milímetros y puede generar obstrucción, se estudia el tratamiento más adecuado en función del tamaño, localización, dureza o naturaleza de la piedra.

El experto de Clinic explica que, “hay diferentes tratamientos, que van desde la litotricia -ondas de choque para fragmentar los cálculos- a la cirugía percutánea recomendada por piedras de gran tamaño, por encima de los 2 cm o 2 cm y medio”.

Las técnicas quirúrgicas para eliminar los renales han avanzado mucho en  los últimos años con el uso de aparatos miniaturizados que permiten llegar al interior del riñón y fragmentar las piedras, bajo visión directa.

Según explica el experto del Hospital Quirón, la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC) elimina las piedras en el riñón de forma mínimamente invasiva sin cirugía y sin anestesia general (se usa sedacción profunda) en régimen de Hospital de Día: «el prototipo Litotriptor Donier de última generación, pulveriza las piedras yen tan solo una sesión de aproximadamente una hora de duración”,

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