Con motivo de la celebración, el 3 de diciembre, del Día de las Personas con Discapacidad, el Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD) ha lazando la campaña «Ante todo somos personas» para recordar recordar, una vez más, cuál es la forma correcta de llamar a las personas con discapacidad, puesto que la discapacidad es una característica de la persona, no su definición

Y es que, a pesar de que según  la Convención Internacional sobre los Derechos de la Personas con Discapacidad de Naciones Unidas, la expresión adecuada para referirse a quienes «tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás» es persona con discapacidad, se siguen utilizando mucho las palabras «discapacitado» o «minusválido», que tienen una connotación peyorativa y excluyente que pone el foco en las limitaciones.

De hecho, yo misma he podido observar cómo se siguen usando estos términos en algunas de las notas de prensa que he recibido con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

La discapacidad es una característica de la persona 

La Organización Mundial de la Salud define la discapacidad como “una condición del ser humano que, de forma general, abarca las deficiencias, limitaciones de actividad y restricciones de participación de una persona”.

En España, la Fundación del Español Urgente (FUNDEU)  que tiene como objetivo impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación y está promovida por la Real Academia Española (RAE) ya publicó el 15 de octubre de 2018 que «personas con discapacidad» es expresión más recomendada para referirse a las personas que tienen algún tipo de limitación física, intelectual o sensorial, ya que el sustantivo sustantivo «discapacitado» supone aludir a la persona por una sola de sus características, en este caso la discapacidad

La FUNDEU-RAE tampoco aconseja usar la palabra minusválido, a la que se ha recurrido durante mucho tiempo y que todavía aparece en muchos documentos y trámites diversos, porque en general se interpreta como peyorativa.

Por todo ello ,la CEDDD vuelve a remarcar que la discapacidad es una característica de la persona y no su núcleo y por lo tanto, no la define.

Es más CEDDD, estima que en realidad, son los entornos los que impiden la inclusión real de la persona que tiene esta condición en la sociedad. Es decir, la discapacidad se produce cuando la persona se enfrenta a una barrera al interactuar con el entorno social.

En resumen, las personas no son “discapacitadas”, sino que tienen una discapacidad y para concienciar sobre ello la CEDDD ha lanzado la campaña ‘Ante todo somos personas’ para el Día de las Personas con Discapacidad que puedes ver aquí

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