Es una realidad, en cuanto los niños empiezan la ESO (si no antes), la mayoría empiezan a llevar el móvil al colegio, ya sea porque empiezan a ir solos al cole y el móvil nos da más seguridad a los padres, porque todos sus amigos ya tienen móvil. Aunque en los colegios se suele prohibir su uso, muchos los usan en clase, ya sea de forma abierta o a escondidas del profesor y sobre todo, en los recreos.

Según el estudio ‘Las TIC y su influencia en la socialización adolescente’, realizado por BBVA, Google y Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD)  el 83% de los adolescentes reconoce que usa en exceso el móvil y las redes sociales, y  un 15% admite que está pendiente del mismo en clase, aunque seguramente la cifra sea mucho mayor porque según datos del Instituto Nacional de Estadística, el 94% de los adolescentes de 15 años tienen Smartphone.

A día de hoy, no el uso de los móviles en las aulas no está regulado por la ley, a pesar de que a principios del curso 2019/19 (hace un año) el Gobierno anunció que estudiaría la prohibición de los móviles en los colegios, tras la entrada en vigor de esta medida en Francia.

Cada colegio tiene sus propias normas,  por experiencia con mis hijos y los hijos de amigos (que van a otros colegios) os diré que también cada profesor.  Pues aunque el uso esté prohibido en general en clase, luego hay profesores que les piden que  saquen el móvil en clase para buscar información.  Y es que  si se usa bien, el móvil podría ser un buen compañero de estudio y un aliado para organizarse. El problema es que muchas veces los chavales no saben poner límites.

Problemas que ocasiona el uso del móvil en los colegios

Según un informe elaborado por la plataforma de protección parental Quostodio, el uso del móvil en las aulas puede tener estos efectos:

Cambios en el rendimiento escolar

Como decía anteriormente, la dificultad para poner límites al uso de móvil, propiciada por la conexión permanente a  internet y la gran cantidad de aplicaciones y juegos  de los Smartphone hacen que los alumnos se distraigan en clase. Lógicamente, esto repercute en su rendimiento y sus calificaciones.
Según un estudio de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, «los alumnos ganarían una hora de clase adicional a la semana si se prohíbe el teléfono móvil en las aulas».

Sedentarismo en el recreo

Además  los móviles invaden los patios y provocan que los niños hagan menos ejercicio físico.

La OMS ya alertó sobre el uso inadecuado de las pantallas y cómo influye el uso no controlado en la falta de actividad física tan necesaria en los niños

Puede alterar las relaciones entre alumnos

Llevar el teléfono a clase puede ocasionar roces entre los alumnos y facilitar el acoso escolar a través del ciberbullying en horario escolar.

Una solución para controlar y limitar el uso del móvil es instalar una aplicación de control parental. Puedes ampliar información en este artículo sobre cómo proteger a tus hijos en internet y esto otro más reciente sobre las soluciones que ofrece google para un uso de un internet seguro.

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