Según el estudio EuroTrack 2023 realizado por la «Asociación Nacional de Audiprotesistas», un 10,6% de la población española padece hipoacusia, es decir una pérdida de la capacidad auditiva.
Según el mismo estudio -que compara a nivel europeo la pérdida auditiva y el uso de audífonos- un 61% de los afectados no utiliza ningún tipo de ayuda para mejorar su audición. Además, aunque hoy en día la hipoacusia se puede detectar en fases prematuras, la mayoría de las personas con problemas de audición no buscan soluciones hasta que oyen realmente mal, con todos los problemas sociales y laborales que puede ocasionar no escuchar bien.
Entre las razones que dan las personas con problemas de audición para no utilizar audífonos destacan pensar que estos aparatos les resultarán incómodos o que sentirían vergüenza de llevarlos.
Sin embargo, hoy en día existen audífonos con una tecnología muy avanzada que resultan muy cómodos e incluso audífonos invisibles hechos a medida, que se colocan dentro del conducto auditivo y resultan muy discretos estéticamente.
Por otro lado, es mucho más probable que la gente se “burle” de alguien que no escucha bien y no se entera de lo que se está hablando a su alrededor, que de alguien que lleva un audífono.
Además, la pérdida auditiva no tratada puede ocasionar un deterioro en las relaciones sociales y puede provocar aislamiento, estrés y depresión.
Cómo actuar ante una pérdida auditiva leve o moderada
Lo primero que hay que hacer cuando se produce una pérdida auditiva es conocer la causa, ya que esta puede ser temporal o definitiva.
Causas de la pérdida de oído
Entre las causas temporales de pérdida auditiva están:
- •La acumulación de cera en el oído, más frecuente según avanza la edad, y que se puede extraer con un tratamiento adecuado en la consulta del médico.
- Acumulación de líquido que impida que el sonido llegue al tímpano, que se puede tratar con una intervención quirúrgica.
- Una obstrucción por alergia, que se puede tratar con antihistamínicos.
- Una otitis fuerte, que se puede tratar con antibióticos.
Las causas más frecuentes de la pérdida definitiva de oído son:
- La exposición a un exceso de ruido
- El envejecimiento
- Factores genéticos
- Lesiones y tumores en la cabeza
- Degradación de los huesos del oído (oteoesclerosis)
- Uso de determinados fármacos que pueden dañar el oído.
Soluciones para la pérdida auditiva leve
Cuando la hipoacusia es definitiva, la solución más más eficaz y sencilla para corregir una pérdida de audición leve o moderada es el uso de audífonos.
Hoy en día hay diferentes tipos de audífonos que se adaptan a las necesidades de cada paciente.
De forma general, los audífonos se pueden clasificar en audífonos intrauriculares (dentro del conducto auditivo) y audífonos retroauriculares (detrás del oído).
Audífonos intrauriculares o invisibles
Los audífonos intrauriculares, también llamados invisibles, se hacen a medida del canal auditivo y se colocan dentro de este, de forma que no se aprecian desde fuera.Para poder sacarlos llevan en extremo un hilo extractor transparente.
Estos audífonos se aconsejan para pérdidas de audición leves o moderadas, pero no para pérdidas auditivas severas o profundas ya que al ser más pequeños amplifican menos el sonido.
Dependiendo del tamaño, se pueden colocar en el oído externo, sobresaliendo por el canal auditivo o dentro de este (cuanto más pequeños son, menos potencia tienen).
Este tipo de audífonos son una buena elección para personas con poca pérdida de audición, resultan cómodos para realizar actividades físicas intensan y no interfieren con las varillas de las gafas.
No se aconsejan si el paciente es propenso a sufrir infecciones en el oído o a producir un exceso de cerumen.
Audífonos retroauriculares
En los audífonos retroauriculares, el dispositivo principal se coloca por detrás de la oreja (fuera del oído y debajo del pelo) y el sonido se trasmite por un pequeño cable transparente que llega a un pequeño auricular que se inserta en el canal auditivo.
Este tipo de audífono se pueden adaptar a todos los tipos de pérdidas auditivas, ya que puede amplificar mucho el sonido, suelen resultar más cómodos al no tener que introducirse el audífono en el oído y al ser más grandes se puede optar por un modelo con batería que se puede recargar en lugar de usar pilas. En contrapartida, suele ser menos discreto.
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