La contaminación acústica es uno de los factores ambientales que más problemas de salud provoca. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay estudios que relacionan el ruido con cambios fisiológicos en el sueño, la presión arterial y la digestión, e incluso con un impacto negativo en el desarrollo del feto. Y según la Agencia Europea del Medio Ambiente, la contaminación acústica puede llegar a causar 16.600 muertes prematuras y más de 72.000 hospitalizaciones al año.
Además, el ruido también puede provocar pérdida prematura de audición en los jóvenes y problemas de rendimiento escolar. Concretamente, en los niños, a partir de los 55 dB se pueden empezar a observar alteraciones en la capacidad cognitiva que afectan a la concentración y a la memoria.
Según el estudio EuroTrack 2023, de la Asociación Nacional de Audioprotesistas de España, «aproximadamente 4,6 millones de españoles, es decir, un 10% de la población, sufren hipoacusia (pérdida de audición), pero solo 4 de cada 10 afectados usa algún tipo de ayuda para mejorar su audición, bien porque ios audífonos no les resultan cómodos, no se lo pueden permitir, piensan que no oyen tan mal, etc.,
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), España es el segundo más ruidoso del mundo -solo por detrás de Japón- y el primero de Europa. Y además, Madrid y Barcelona son las dos ciudades europeas que más contaminación acústica presentan. Por lo tanto, es fundamental tomar medidas para prevenir los efectos del ruido en la salud.
Consejos para prevenir los efectos del ruido en la salud
La causa de la contaminación acústica es el ruido a un nivel superior a los 60 decibelios (dB).
Según explica Sandra Salinas, audióloga del Servicio de Otorrinolaringología de la Fundación Jiménez Díaz, la contaminación acústica y la pérdida de audición se pueden prevenir, en gran parte, tomando algunas medidas de protección para los oídos, como:
- Mantener el volumen bajo en los dispositivos de audio personales
- No utilizar usar reproductores de música a más del 60 por ciento de su volumen máximo ni más de una hora el día
- Usar auriculares o cascos bien ajustados y, a ser posible, con cancelación de ruido
- Alejarse de la fuente de ruido cuando un sonido sea demasiado fuerte”
- Reducir el número de aparatos ruidosos encendidos al mismo tiempo
- Limitar el tiempo de exposición al ruido
- Utilizar protectores auditivos en situaciones donde se esté expuesto a ruido intenso como tapones u orejeras especiales cuando el ruido supera los 85 dB.
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