Las altas temperaturas favorecen las intoxicaciones alimentarias, como la listeriosis (que puede resultar muy peligrosa para las embarazadas) y especialmente la salmonelosis que provoca la salmonella, una bacteria que ocasionalmente está presente en la cáscara del huevo y que por ello se asocia fundamentalmente con el consumo de tortillas o salsas tipo mayonesa.
Los síntomas de la salmonelosis aparecen entre 6 y 72 horas después del consumo del alimento contaminado y son fiebre, diarrea y dolor abdominal.
El malestar dura de entre cuatro y siete días y, en general, los afectados se recuperan sin tratamiento, aunque conviene acudir a un centro sanitario para ser diagnosticado. Además, hay que vigilar mucho el riesgo de deshidratación, sobre todo en los niños pequeños, embarazadas, personas con inmunidad baja o tratamientos por cáncer, y personas mayores. Sé de lo que habló porque uno de mis hijos estuvo ingresado por salmonella con tres años.
Además, según indican desde la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, en algunos casos la infección puede pasar del intestino a través de la circulación sanguínea a cualquier parte del cuerpo, y convertirse e en una afección grave,
Consejos para prevenir la salmonelosis
la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ofrece estos consejos para prevenir la salmonelosis:
- Comprar huevos con la cáscara intacta y conservarlos en la nevera, sin lavarlos antes de meterlos en la nevera.
- No cascar nunca un huevo en el borde del plato ya que la Salmonella puede estar presente en la cáscara y contaminar ese plato.
Al preparar tortillas:
- Cocinarlas de forma completa (cuajando bien el centro) y consumirlas inmediatamente o mantenerlas refrigeradas hasta el momento en que se coman. Si a los dos días no se han tomado, tirarlas.
- Si se prefiere no cuajar totalmente el huevo de la tortilla, se recomienda emplear huevo pasteurizado.
- No servir la tortilla en el mismo plato que se ha utilizado para batir los huevos o mezclar el huevo con las patatas o darle la vuelta, ya que se produce una «contaminación cruzada» de la tortilla ya cocinada con el huevo crudo.
En los establecimientos alimentarios, la normativa obliga al uso de huevos pasteurizados si no se cocinan completamente los alimentos
Salsas y mayonesas
Lo ideal es elaborarlas con huevo pasteurizado o industrial.
En caso de utilizar huevo crudo, prepararlas poco antes de su consumo, conservarlas en el frigorífico y no guardar las sobras.
- No es aconsejable dar salsas caseras hechas con huevo crudo a personas vulnerables, como las embarazadas, personas mayores, niños muy pequeños o personas con problemas de inmunidad.
En este otro artículo, puedes ampliar información sobre cómo prevenir intoxicaciones alimentarias.
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