Se estima que un 10% de la población sufren acúfenos, esto es ruidos en los oídos que no vienen del exterior y que, por lo tanto, no escuchan el resto de las personas. Aunque actualmente no hay ningún tratamiento que los elimine por completo, sí que hay estrategias para controlar los síntomas y aprender a vivir con los acúfenos, educando al cerebro para que no focalice la atención en este problema y no se viva como una molestia. El Servicio de Otorrinolaringología de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, da algunos consejos para vivir con acúfenos
Pero antes de saber cómo reducir o controlar los acúfenos es necesario saber por qué se producen los acúfenos y cómo se sienten los acúfenos.
Causas de los acúfenos
Entre las causas que pueden provocar acúfenos están
- La exposición prolongada a ruidos intensos
- Las lesiones en el oído interno a consecuencia de un traumatismo.
- Acumulación de cerumen que produce un tapón de cera
- Infecciones en el oído y senos paranasales
- La enfermedad de Meniére
Los acúfenos también pueden aparecer por problemas de tiroides, efectos secundarios de determinados medicamentos y alteraciones cardiacas o vasculares.
Cómo son los acúfenos
Según explican desde la Fundación Jiménez Díaz, las personas que sufen acúfenos suelen describirlos com un zumbido, silbido o siseo, que se escucha en un oído, en ambos o en toda la cabeza. El ruido puede ser suave, fuerte, agudo o bajo.
Lo cierto es que cada persona los percibe de forma diferente. Lo que distingue los acúfenos de otros ruidos es que el resto de personas no los oye. Yo tuve acúfenos durante unos meses,a raiz de una operación,y recuerdo que en el silencio de la noche mi cabeza sonaba como si estuvieran dando los golpes para hacer obra en casa.
Consejos para vivir con acúfenos
Aunque normalmente los acúfenos no suelen condicionar la vida de quienes lo sufren, según explica, la doctora Sandra Salinas, audióloga del Servicio de Otorrinolaringología de la Fundación Jiménez Díaz, «en algunas personas los síntomas de los acúfenos pueden llegar a ser muy molestos, hasta el punto de que cuando el paciente lo vive como un sonido dentro del oído o de la cabeza que no se puede controlar, puede llegar a dificultar el desarrollo de una vida normal”.
Dependiendo el grado de severidad, los acúfenos pueden producir fatiga, aislamiento social, sensación de incomprensión, dificultad para concentrarse y alteraciones del estado emocional, como ansiedad, depresión e insomnio.
El tratamiento de los acúfenos depede de la causa. En algunos casos se soluciona o mitiga con medicamentos, audífonos o dispositivos que enmascaran los ruidos, u otros tratamientos nuevos que se se están a probar (te aconsejo leer Los últimos avances en los tratamientos para los acúfenos o tinnitus), pero en otros casos no se encuentra una causa tratable y hay que aprender a vivir con los acúfenos
Para afrontar los efectos de los acúfenos, la audióloga recomienda:
- Evitar los ambientes silenciosos
- Recurrir a sonidos ambientales, como música relajante, el ruido de la tele, un ventilador o cualquier sonido de intensidad leve con el que la persona que sufre acúfenos se encuentre mejor
- Usar técnicas de relajación como el yoga o el mindfulness.
- No utilizar tapones de oídos.
- Buscar asesoramiento psicólogico para reducir a carga emocional negativa e intentar ejercitar el acúfeno como un sonido externo al cuerpo.
La experta explica que una vez que se ha descartado la existencia de una patología causantee los acúfenos, el objetivo, es pasar el ruido de la zona de consciencia a la inconsciencia del cerebro. «Los ruidos pueden existir siempre, pero lo que buscamos es que el cerebro los filtre para que no los ‘escuchemos. “La meta es la habituación, es decir, la no percepción de los acúfenos, a pesar de su existencia,de forma que no sean elemento de atención e influencia negativa en la vida de los pacientes; algo que, a priori, puede conseguirse en la mayoría de los casos”, concluye.
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