El glaucoma es la primera causa de ceguera irreversible en el mundo. En España afecta a medio millón de personas lo que supone un 3% de la población. Aunque lo habitual es que aparezca a partir de los 40 años, según explica el Dr. Pedro Pablo Rodríguez Calvo, responsable de la Unidad de Glaucoma del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, hay algunos tipos de glaucoma que pueden aparecer en personas más jóvenes, como el glaucoma congénito, el glaucoma juvenil, el glaucoma inducido por esteroides, el glaucoma traumático, el glaucoma pigmentario y el glaucoma inflamatorio.

Además, la miopía es un factor de riesgo para el glaucoma, especialmente cuando se trata de miopía alta o magna.

Síntomas del glaucoma

El glaucoma afecta al nervio óptico, que aporta la información al cerebro y puede llegar a producir la pérdida total de la visión si no se trata a tiempo.

En su fase inicial, los síntomas del glaucoma no se perciben. El problema del glaucoma es que es una enfermedad silenciosa. Muchas veces el paciente no va al oftalmólogo hasta que no se produce una pérdida repentina de la visión, dolores fuertes en el ojo o en la frente, enrojecimiento ocular, visión de arcoíris, náuseas y vómitos.

Por ello, es fundamental realizarse revisiones oftalmológicas periódicas, sobre todo si hay antecedentes familiares con glaucoma y también si se sufre miopía, para que el oftalmólogo revise el fondo de ojo y compruebe que la salud ocular es la adecuada.

La miopía, un factor de riesgo para el glaucoma

Según explica el experto, un ojo miope por encima de lo normal puede tener predisposición a desarrollar otras alteraciones visuales como: desprendimiento de retina, maculopatías miópicas y alteraciones del nervio óptico o glaucoma.

En la actualidad la miopía es un problema que va en aumento entre la población más joven, en concreto, pues según la Organización Mundial de la Salud afecta al 62,5% de los jóvenes españoles de entre 17 y 27 años. Se calcula que seis de cada diez jóvenes son miopes, lo que supone más de la mitad de los niños en edad escolar.

El glaucoma en los menores de 20 años

Los menores de 20 años pueden desarrollar glaucoma de dos tipos: congénito y juvenil.

El glaucoma congénito se suele identificar en el primer año de vida. Los síntomas en los bebés afectados suelen ser lagrimeo y ojos enrojecidos, opacidad corneal y agrandamiento ocular por el estiramiento que provoca la elevada presión intraocular en el ojo inmaduro.

El glaucoma juvenil afecta a 1 por cada 300.000 personas menores de 20 años. Según explica el experto “Suele aparecer entre los 5 y 18 años, aunque puede hacerlo más tarde. Habitualmente se diagnostica en jóvenes miopes y es un tipo de glaucoma que tiene un 50% de riesgo de transmitirse a la descendencia”

El glaucoma pigmentario y la miopía

Además, hay un tipo de glaucoma secundario, llamado glaucoma pigmentario, que también puede afectar a los jóvenes, y que se produce por una mala posición del iris, que puede rozar con el cristalino, lo que acaba derivando en un problema de la regulación de la presión intraocular. El experto explica que “esta anatomía ocular del paciente es lo que genera la aparición de esta patología, siendo los pacientes jóvenes varones y los miopes los más afectados”.

Por todo ello, es fundamental realizar revisiones en el oftalmólogo de forma periódica para controlar tanto el glaucoma, como la miopía. El diagnóstico y tratamiento precoz son fundamentales para mejorar el pronóstico del glaucoma.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comparte si te gusta