Al poco de nacer a muchos bebés les aparecen escamitas en la cabeza. Esta afección, que se nota más en los bebés que tienen poco pelo, se llama costra láctea y no precisa ningún tratamiento. Es un tipo de dermatitis seborreica que afecta al cuero cabelludo de los bebés.
La dermatitis o eccema seborreico es un trastorno común de la piel que produce escamas o costras blancas o amarillentas en las zonas donde hay muchas glándulas sebáceas (células que producen grasa) como el cuero cabelludo, la cara, las axilas y la parte posterior de las orejas.
La costra láctea no necesita tratamiento
La costra láctea es una alteración bastante común, que suele aparecer en la segunda o tercera semana de vida del bebé. A diferencia de otros tipos de dermatitis seborreicas, no suele producir picor.
No es un problema alérgico y no se contagia. Se piensa que puede deberse a un exceso de a secreción de las glándulas sebáceas en el lactante (un problema de regulación de la grasa) , especialmente en el cuero cabelludo, aunque también se dice que puede existir una predisposición genética (mis tres hijos la tuvieron de bebés y además, como eran muy calvitos, se les notaba bastante).
Aunque se denomine costra láctea, no tiene nada que ver con la leche materna, ni posibles intolerancias. Se llama así porque aparece en los lactantes.
La costra láctea, en principio, remite sola y no es necesario hacer nada especial. Las escamitas del cuero cabelludo suelen desaparecer solas poco a poco, en unas semanas ,simplemente con lavar la cabecita del bebé con un champú normal, sin rascar las costras, pero en algunos bebés pueden durar hasta los dos o tres años.
No precisa tratamiento pero si te preocupa el aspecto puedes preguntar al pediatra sobre la conveniencia de usar algún producto específico de farmacia. No recurras a «remedios caseros» por tu cuenta porque la costra podría empeorar con el uso de productos inadecuados.
Cuando las costras están muy resecas o pegadas al cuero cabelludo y no desaparecen se pueden reblandecer un poco cubriéndolas durante un rato un poco aceite de almendras antes de lavar la cabecita del bebé .
No es aconsejable intentar quitar las costras con un cepillo, por muy suave que sea, y mucho menos con las uñas, porque se podrían hacer heriditas en el cuero cabelludo que se podrían infectar y agravar el problema. Por la misma razón, es importante mantener cortas y limpias las uñas del bebé.
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