Los pies de los niños tienen una estructura muy flexible (las articulaciones y los ligamentos están aún sin formarse del todo) y esto permite que cualquier anomalía que se detecte a una edad temprana se pueda tratar, y en muchos casos corregir, antes de que el pie adquiera su estructura definitiva. Algunos problemas desaparecen con el crecimiento y muchos se corrigen con ejercicios.
La deformidad de nacimiento más frecuente es el pie plano. Un pie plano supone la pérdida del arco plantar interno, que provoca que la planta del pie toque entera o parcialmente el suelo, y es más habitual en los pies valgos (en los que el talón apunta hacia fuera). En el recién nacido, los arcos de los pies apenas se perciben porque tiene un pie plano flexible, algo que se mantiene hasta los tres años, cuando el pie del niño empieza a tener ya un arco más definido.
Como el pie plano es a menudo una patología silenciosa, que no causa dolor, puede pasar desapercibida durante mucho tiempo si no se lleva al niño al especialista.
Por ello, el especialista Joaquín Mir, médico del Servicio de Podología del Hospital Quironsalud Campo de Gibraltar recomienda que los padres lleven a sus hijos al podólogo a los tres o cuatros años, para que el especialista les realice una exploración y pueda detectar precozmente posibles problemas. “Si detectamos un pie plano en la infancia temprana –explica- podemos evitar que el pie plano infantil se convierta en un pie plano inveterado de adulto, que cursa con gran artrosis y dolor. Además, con una revisión temprana en la infancia se puede impedir la aparición de problemas en los pies secundarios en la edad adulta como: hallux valgus (juanetes), artrosis prematura en pie y tobillo, lesiones tendinosas, dolores en rodillas y dolores de espalda”.
Pistas que alertan de un posible pie plano
Marina Ballesteros, podóloga del mismo centro médico, destaca estos síntomas que pueden alertar a los padres de la existencia de un diagnóstico de pie plano, que debe confirmar después el especialista en la consulta:
- Que el niño se caiga o se canse con frecuencia
- Un desgaste de calzado inadecuado
Tratamientos de los pies planos
Una vez que se ha diagnostica un pie plano, el especialista determina el método de corrección más adecuado.
Según explica la podóloga, hay diferentes tipos de pie plano y, en consecuencia, distintos tratamientos:
- El pie plano flexible: no necesita tratamiento de entrada y suele bastar con un seguimiento médico para ver su evolución. A veces se recomiendan ejercicios específicos para los pie (el profesional cuál es el recomendado en cada caso, pues no hay dos pies iguales) y procurar que el niño camine por terrenos irregulares y blandos, que ayudan a fortalecer la musculatura de la planta del pie.
- El pie plano semiflexible precisa usar soportes plantares (plantillas) o incluso cirugía.
- El pie plano congénito rígido, que se da en un porcentaje muy bajo se detecta nada más nacer se corrige de inmediato con yesos, férulas, y, si es necesario, cirugía.
Cuando los niños aprenden a andar es normal que desvíen ligeramente los pies, caminen de puntillas o tropiecen a menudo. Si estas situaciones se mantienen conviene consultar con un traumatólogo ortopeda. Él podrá aclarar nuestras dudas.
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