La ecografía ya es una técnica de diagnóstico habitual en el seguimiento del embarazo, que además de desvelar el sexo del bebé (en la mayoría de las ocasiones), ayuda a detectar de manera precoz posibles alteraciones en el feto o a confirmar que todo se desarrolla a la perfección.

Cuando el embarazo transcurre con normalidad, la Sociedad Española de Ginecología (SEGO) aconseja realizar al menos tres ecografías, una en cada trimestre de embarazo. El número de ecografías puede ser mayor cuando el embarazo hay riesgos en el embarazo (por hipertensión arterial, diabetes, embarazo múltiple, placenta previa…) o  si se detectan problemas en el futuro bebé.

Desde que se empezó a utilizar, la ecografía no ha dejado de evolucionar y volverse más precisa. Los ecógrafos actuales permiten captar los detalles en el interior del útero y del futuro bebé con mucha precisión.

Además de las ecografías convencionales, en 2 D, que son las que se realizan en las revisiones del embarazo, los ecografistas expertos realizan a veces ecografías en 4D (que permiten ver al feto con volumen y en movimiento) para completar estudios en fetos con malformaciones o ver más detalladamente al feto, sobre todo en el tercer trimestre.

Ventajas de la ecografía 4D

La ecografía 2D realiza cortes de partes del feto. La ecografía 3D une cientos de  esos cortes para reconstruir la superficie externa del feto y la 4 D permite ver al bebé en tiempo real, es decir en movimiento .

Según explica el doctor José Luis Gabaldón Gutiérrez, ginecólogo del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, «la ecografía 4D es una herramienta de gran utilidad para los servicios de ginecología y obstetricia porque permite obtener imágenes digitales multicorte desde las primeras semanas de embarazo y así visualizar enfermedades del feto antes de nacer.”,

Además, los ecógrafos 4D que cuentan un sistema ultrasonido que permite visualizar estructuras en movimiento en alta definición (como, por ejemplo, los vasos sanguíneos) permiten analizar el funcionamiento del corazón y detectar posibles cardiopatías congénitas, evaluar el desarrollo del cerebro y diagnosticar enfermedades neurológicas.

En qué semana el embarazo es mejor hacer una ecografía 4D

Este tipo de ecografías precisan equipos especiales más costosos, por lo que no se usan de forma generalizada sino en casos especiales o como complemento al estudio a las ecografías habituales para ver al feto con más precisión.

Las ecografías 4D se pueden hacer de forma privada (pagando) en numerosos centros médicos, para tener un recuerdo del embarazo (la sesión se graba en DVD o pendrive).

Para obtener las imágenes más nítidas, los  expertos aconsejan realizarlas la semana 26 y 30 de embarazo.

 Ver la “carita” del bebé

Además de todas estas ventajas clínicas, la ecografía 4D tiene un componente emocional importante para los futuros papás y es que permite ver la carita del bebé (e imaginar el resto de su cuerpecito) en una imagen tridimensional, en movimiento.

En mi tercer embarazo, mis compañeros de trabajo me regalaron una sesión de ecografía 4D. Mi marido y yo fuimos los dos niños y fue precioso ver la carita de su hermana, y mi hija tiene un bonito recuerdo de su vida antes de nacer.

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