El chupete es un objeto de consuelo que tiene beneficios, pero también riesgos, como la dependencia excesiva o la aparición de malformaciones dentales si el uso se prolonga en el tiempo. Por ello, es importante usarlo con cuidado, sobre todo a la hora de dormir.

Consejos sobre el uso el chupete 

La Asociación Española de Pediatra aconseja el uso del chupete porque ayuda a tranquilizar al bebé y se ha visto que ayuda a prevenir la muerte súbita, que es más frecuente entre los 3 y 6 meses de edad, pero al mismo tiempo recomienda tener algunas precauciones.

El primer consejo sobre el uso del chupete es esperar a ofrecer el chupete hasta que la lactancia esté bien instaurada, para que la succión del chupete no confunda al bebé, pues la forma en que se coloca la lengua para chupar el pezón es muy diferente a la manera en que se coloca para chupar el chupete

Después, es fundamental elegir un buen chupete para bebé, elaborado con un material seguro, sin Bisfenol A (BPA) ni compuestos químicos similares (la silicona se aconseja para los primeros meses porque se deforma menos y el látex cuando salen los primeros dientes porque es más flexible y resistente y un tipo de tetina (anatómica, fisiológica o redonda) que le agrade.

Consejos para usar el chupete a la hora de dormir

1. Usarlo para tranquilizar pero no para inducir el sueño

Lo ideal es utilizar el chupete como un elemento tranquilizador, que transmita al bebé la seguridad que necesita y no un inductor del sueño, de forma que cuando el se despierte por la noche, en los numerosos despertares normales que tienen los bebés, no lo necesite para volverse a dormir.

Si el bebé se duerme con el chupete en la boca y se acostumbra a dormir succionando, lo necesitará cada vez que tenga que irse a dormir y lo que es peor, se despertará cada vez que se le caiga el chupete.  Cuando el bebé se despierta a media noche, necesita sentir que todo sigue igual que cuando se durmió. Por eso, si se durmió con el chupete, lo buscará y si no sabe hacerlo porque es muy pequeñito o porque al estar medio dormido no logra cogerlo, reclamará a los padres para que vayan a ponérselo. Así que, como decía el doctor Gonzalo Pin, experto en sueño con quien tuve la suerte de trabajar durante varios: «el chupete para dormir es pan para hoy y hambre para mañana».

Cuando, los bebés son más mayorcitos y son capaces de ponerse el chupete ellos solos, una solución puede ser dejar varios chupetes en la cuna para que sea más fácil localizarlos siempre que el bebé no tenga preferencia por un chupe concreto.

2. No engancharlo nunca con cadenas

De forma general, por seguridad, nunca debe colgar el chupete alrededor del cuello del niño ya que las cintas y collares pueden resultar peligrosas por el riesgo de estrangulación. En la «Guía de seguridad de productos infantiles: productos potencialmente peligrosos, editada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad» se aconseja “sujetar el chupete con una cuerda corta y una pinza en la ropa del bebé, y quitarlos mientras el bebé esté durmiendo”.

3. No untarlo con comida

Nunca hay que impregnar el chupete con miel, soluciones azucaradas, etc.) con el objetivo de calmar antes al bebé. Además de crear malos hábitos, hacer esto aumenta mucho el riesgo de caries en el bebé.

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