Poner pendientes a una bebé es un tema que suele generar cierta controversia, igual que ocurre con ciertos aspectos de la crianza, como el colecho o la lactancia prolongada. En cualquier caso, se trata de una decisión personal de los padres. Yo se los puse a mi hija con un mes y nunca me he arrepentido de hacerlo. Pero respeto a quien prefiere esperar a que su hija sea mayor y decida si quiere llevar pendientes o no. Lo importante, cuando se toma la decisión de perforar la orejita de una bebé, es hacerlo bien, con materiales estériles y una técnica adecuada a la edad de la niña que garantice la ausencia de gérmenes que puedan causar una infección.

A partir de cuándo se pueden poner los primeros pendientes

La matrona Maite Navarro, responsable de la clínica «Primeros Pendientes», de Madrid, especializada en la puesta del primer pendiente, recomienda esperar como mínimo a que el bebé tenga 15 días de vida y un peso superior a 3 kilos, para que se adapte a su nueva vida y se alimente de forma correcta.

“Si se quieren poner los pendientes a un bebé, lo ideal – explica- es hacerlo entre los 15 días y los 6-8 meses de vida, porque después los bebés comienzan a interactuar y moverse más y puede resultar más difícil. Pasada esta etapa, es mejor esperar a que la niña tenga al menos cuatro años para realizar la técnica».

Cómo deben ser los primeros pendientes

Antiguamente, había personas que ponían directamente los pendientes de joyería, lo que a menudo provocaba infecciones.

Maite Navarro explica que los primeros pendientes deben reunir unas características especiales:

  • Ser más largos de lo normal, para permitir el crecimiento del lóbulo de la oreja y evitar que la tuerca presione el agujerito .
  • El filamento tiene que ser muy finito y el cierre por detrás redondeado y a presión, ya que la rosca podría saltar si se engancha con la ropa del bebé.
  • Deben estar hechos en acero quirúrgico o titanio para resultar hipoalergénicos.

Estos primeros pendientes se deben llevar durante un mínimo de dos meses, antes de cambiarlos por los típicos pendientes de joyería que haya podido recibir el bebé de regalo.

Además, de forma general, con los bebés hay que evitar los pendientes de aro (porque podrían tirar de ellos con los deditos) y los pendientes con relieves o adornos que se puedan enganchar en el pelo, la ropa etc.

Cómo se ponen los primeros pendientes

Según explica la matrona: “la puesta de los primeros pendientes conlleva un pequeño pinchacito que, además, debe ser milímetricamente perfecto. Por ello, es fundamental que lo realice personal sanitario cualificado, que cuente con titulación, material específico esterilizado y destreza para tratar a recién nacidas«.

Por ejemplo, con los bebés, la típica pistola que se utiliza para hacer agujeros en las orejas de los adultos no es adecuada porque requiere estar muy quieto y un bebé se puede mover en cualquier momento.

La técnica para perforar la oreja depende de las características del lóbulo.

Se puede usar una aguja específica para perforar las orejas, que lleva un plastiquito que luego se quita para meter el pendiente, o o con un tipo de  pendiente especial que lleva un dispositivo de un solo uso esterilizado.

Ahora bien, la matrona desaconseja totalmente hacer el agujero con cualquier pendiente desinfectado porque el material a utilizar debe ser material infantil específico, envasado estéril de fábrica e hipoalergénico.

Los padres tienen derecho a estar presentes durante la técnica

Recuerdo que le puse los pendientes a mi hija en una conocida farmacia cercana a mi barrio, donde ya habían acudido otras amigas, y hubo una cosa que no me gustó nada. Se llevaron a mi niña dentro para hacerle el agujerito y no me dejaron estar con ella, alegando que me podía poner nerviosa y transmitirle mis nervios. Es verdad que no tardaron nada, pero no me gustó separarme de mi hija en un momento así, igual que no me gustó estar separada de ella las horas que siguieron a la cesárea (algo que entonces era muy habitual y que, afortunadamente, ahora ha cambiado en muchos hospitales). Ahora, con todo lo que sé, no lo habría permitido.

Afortunadamente, ahora se permite a los padres estar con sus hijos en la mayoría de los procedimientos médicos, pero os lo aviso porque nunca se sabe y es posible que os encontréis con esta situación.

Maite Navarro aclara que “es un derecho y un deber de los padres estar presentes durante la técnica”. Además, es fundamental realizar la maniobra en un espacio agradable, donde el bebé pueda estar cómodo y relajado, por ejemplo, durmiendo o mamando.

Cuidados después de poner los pendientes al bebé

Maite explica que los cuidados que hay que tener después de poner los pendientes van a depender del historial clínico de cada bebé (antecedentes de alergias, enfermedades, etc) e insiste en que no se debe tratar a las bebés o a las niñas de forma generalizada.

  • No es necesario aplicar cremas, ni desinfectantes para que cicatricen antes.
  • Si se observa alguna reacción alérgica, conviene consultar con el profesional que ha puesto los pendientes o el pediatra.

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2 Comentarios

  1. Jerzy Raczy

    Gran artículo… Grandes consejos que hay q tener en cuenta… Gracias

    Responder
    • Mujer y MADRE hoy

      Gracias, me alegro que te haya resultado útil.

      Responder

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