Todos sabemos lo importante que es estar bien hidratado y el papel que desempeña el agua está función (no en vano, es el componente más abundante de nuestro cuerpo).
Los adultos somos conscientes de en qué momentos es conveniente beber más a menudo (ejercicio intenso, diarrea, fiebre, etc.) y, además, la sed nos avisa de que hay que reponer los líquidos que estamos perdiendo. Pero los bebés no pueden decirnos cuándo tienen sed y esto hace que nos surjan dudas al incluir el agua en su alimentación . ¿Cuánta agua necesitan los niños pequeños según su edad? ¿Cuándo empezar a ofrecérsela y cómo? Te cuento lo que dicen sobre hidratación infantil las organizaciones expertas.
¿Cuánta agua necesitan los niños pequeños?
La cantidad de agua que necesitan los niños al día depende de varios factores, como la edad, el tipo de alimentación, la temperatura del ambiente y, en determinados momentos, el nivel de actividad del niño. Según las recomendaciones de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, las necesidades mínimas de agua diarias para los bebés y niños pequeños son:
- Bebés de 0 a 6 meses: 100-190 ml/kg por día
- Bebés de 6 a 12 meses: 800-1.000 ml/día
- Niños de a-2 años: 1.100-1.200 ml/día
- Niños de 2 a-3 años: 1.300 ml/día
Cómo y cuándo introducir el agua en la nutrición del bebé
La Organización Mundial de la Salud y las principales asociaciones profesionales de pediatría de nuestro país (AEP, AEPAD) aconsejan alimentar a los bebés exclusivamente con leche materna hasta los 6 meses de vida (o si no es posible, de forma exclusiva con leche adaptada) .
Durante los primeros seis meses de vida, los bebés que toman pecho a demanda, normalmente no necesitan beber agua, ni ningún otro líquido, porque la leche materna contiene el agua que necesitan. El 87% de la leche humana es agua.
Tampoco suelen necesitar beber agua los bebés que se alimentan en exclusiva con biberones de leche adaptada a demanda, puesto que esta se prepara con agua, salvo que haga mucho calor o estén malitos (con diarrea, fiebre, etc). En este caso, lo más práctico es ofrecer el agua en un biberón que se puede reservar para usar solamente con agua.
Por lo tanto, el agua se suele introducir en la nutrición del bebé cuando empieza la alimentación complementaria, habitualmente a partir de los 6 meses.
Ahora, muchos papás optan por el Baby Led Weaning (ofrecer al bebé pequeños trocitos de la comida que toma el resto de la familia, en lugar de los clásicos purés). Cuando el bebé empieza a comer estos alimentos “secos”- pan, macarrones, lentejas, pollo…- se le puede ofrecer agua en un vaso de plástico, con asas, y animarle a beber él solito, como los papás. Si en un momento dado, el bebé no quiere beber, no hay que forzarle. En cuanto, el pequeño asocie el vaso con asas con el agua que le quita la sed, lo pedirá cuando necesite beber.
- Es mejor ofrecer agua de manera continuada y en pequeñas cantidades, que darle mucho de golpe.
- Una vez que hayamos incorporado el agua en su alimentación, conviene llevar siempre a mano una botella de agua fresca, en las salidas a la calle.
Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) añaden estos consejos
- No añadir azúcar al agua, ni ofrecer zumos en una vez de agua.
- El agua se debe transportar en un envase bien cerrado y fresco para evitar contaminaciones que se usará solo para contener el agua, pero no para beber directamente.
- No conviene ofrecer el agua al bebé directamente agua de la botella, aunque sea pequeña, para prevenir posibles infecciones, menos aún si otra persona ha bebido antes de ella. Siempre es mejor que use su propio vasito. A partir de los 6 meses cualquier bebé es capaz de beber de un vaso o una tacita. Por ejemplo, se puede llevar una botella con agua en la bolsa de paseo y también un vaso y ofrecer al bebé el agua en el vaso.
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