Muchos papás deciden inmortalizar los primeros días de su bebé con una sesión de fotos del recién nacido en un estudio fotográfico, para así tener un recuerdo inolvidable de estos momentos tan especiales en la vida de la familia.

Este arte, que se ha puesto de moda en los últimos años y se llama fotografía newborn, nació en los años 90, inspirado por la fotógrafa australiana Anne Geddes, que llenó calendarios y postales con tiernas imágenes de pequeños bebés dormidos entre pétalos o vestidos de mariposas o duendes.

Fotografía newborn un recuerdo único para toda la vida

La fotografía newborn fija el foco sobre los detalles que nos enamoran del recién nacido: las muecas que hace al bostezar o desperezarse, su divertida postura de ranita, sus manitas arrugadas, sus piececitos regordetes…

Estas imágenes que reflejan esos momentos de los bebés con pocos días de vida se convierten en recuerdos únicos para toda la vida.

Cómo y cuándo hacer una sesión de fotos con un recién nacido

Para hacer una sesión de fotos newborn, es fundamental elegir un estudio fotográfico especializado en fotografiar a recién nacidos que tenga en cuenta las necesidades de lactancia, sueño y aseo de los bebés de pocos días.

El recién nacido tiene que adaptarse a una vida muy diferente a la que tenía dentro del vientre materno, donde siempre estaba calentito y alimentado. Ahora está expuesto a los estímulos de las luces y sonidos que estaban amortiguados en el útero y necesita mucho cariño para sentirse protegido.

Por lo tanto, al hacer las fotos de un recién nacido, lo más importante es que el pequeñín esté cómodo y molestarle lo menos posible. Las poses deben ser naturales, nunca hay que forzar al bebé a hacer nada.

  1. Lo ideal es realizar la sesión en los primeros 15 días de vida, porque durante esta etapa el bebé duerme la mayor parte del tiempo y todavía mantiene la postura que tenía dentro del útero en el embarazo (se siente cómodo hecho una bolita). Además, todavía no han aparecido los molestos cólicos del lactante que pueden hacer que esté más irritable.
  2. Conviene realizar la sesión en el momento del día en el que el bebé está más tranquilo; normalmente esto ocurre por la mañana.
  3. No hay que tener ninguna prisa. La sesión de fotos puede durar dos o tres horas; el bebé manda y hay que adaptarse a sus horarios y rutinas. Habrá que parar siempre que sea necesario para que mame si tiene hambre, cambiarle el pañal, etc.
  4. El lugar donde se hacen las fotos debe estar bien caldeado para que el bebé no pase frío. El recién nacido no regula bien la temperatura por sí mismo y puede enfriarse o acalorarse rápidamente. Como lo más probable es que en el estudio haga calor, conviene que los padres vayan preparados para quedarse en manga corta o tirantes.
  5. Conviene que las uñas del recién nacido estén cortitas para que sus manitas salgan bonitas en las fotos y también, para evitar que se arañe. Las uñas del bebé se pueden cortar a partir de la primera semana de vida. Tienes algunos trucos para hacerlo en el artículo Consejos para cortar las uñas del bebé.
  6. Para relajar al bebé se le puede envolver en una toquilla, pues el contacto continuo le recuerda cómo se sentía dentro del útero. Los estudios especializados en fotografía newborn cuentan con ropita, atrezzo y envolturas adecuadas para la delicada piel de los recién nacidos.
  7. La sesión se puede hacer solo con el bebé o incluir en algunas fotos a los padres y hermanos.

Estas fotos tan especiales pueden ser un regalo inolvidable para los abuelos y quedarán preciosas para decorar el cuarto infantil, pero, sobre todo, servirán para recordar los primeros días de vida y revivir las sensaciones únicas que produce la llegada de un hijo.

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