En el embarazo hay que tener especial cuidado con lo que comemos porque si los alimentos se contaminan pueden llegar a afectar gravemente al feto.

Hay que extremar las precauciones frente a la listeriosis, una bacteria que puede encontrarse en los alimentos crudos, como los quesos poco curados, y a veces también en alimentos procesados y en alimentos elaborados con leche no pasteurizada, frente a la toxoplasmosis, que se puede contraer por comer carne poco hecha, frenta al anisakis, un parásito que se puede contraer al tomar pescado crudo y que puede provocar una infección digestiva importante y frente a la salmonelosis., que se contrae sobre todo por tomar huevos o carnes poco hechas contaminadas con la bacteria salmonella.

Estas infecciones suelen ser más frecuentes en verano porque el calor aumenta el riesgo de sufrir intoxicaciones alimentarias. Por ello, se aconseja cocinar muy bien los alimentos y por si acaso, también congelarlos previamente, para eliminar cualquier bacteria o parásito.

¿Qué marisco se puede comer en el embarazo?

En este contexto, muchas embararazadas se preguntan también si se puede comer marisco durante el embarazo.  La Dra. Ana María Román Guindo, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja explica que sí se puede comer marisco, pero con cuidado. «El marisco es una fuente valiosa de energía, proteínas y nutrientes esenciales como el yodo, selenio, calcio y vitaminas A y D, además de ácidos grasos Omega 3, por lo que tiene que estar presente en una dieta saludable, pero como ocurre con el pescado, hay que evitar el consumo de forma cruda».

La experta ofrece estos consejos para tomar marisco durante el embarazo sin riesgos:

  • Comprar el marisco en tiendas de confianza, en las que se tenga certeza sobre la calidad y frescura del género.
  • Tener especial al adquirir mejillones y berberechos, que son los moluscos con más riesgo de contener mercurio, aunque según la AESAN son especies con bajo contenido en mercurio. Este contaminante podría atravesar la placenta y llegar al feto en desarrollo. No obstante, la legislación alimentaria europea establece límites máximos de mercurio  de obligado cumplimiento, que son controlados por las autoridades sanitarias.
  • Mantener los alimentos a la temperatura adecuada para prevenir la proliferación de bacterias.
  • Seguir una higiene alimentaria correcta: lavarse las manos y limpiar bien todos los utensilios de cocina trasmanipular mariscos crudos para evitar la contaminación cruzada, responsable de muchas intoxicaciones alimentarias.
  • Consumir marisco con moderación, para evitar problemas con algunos componentes que en exceso pueden resultar dañinos, como el ácido úrico.

Respecto al pescado  en el embarazo hay que evitar consumir los peces con alto contenido mercurio que son el pez espada/emperador, el atún rojo , el tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera) y el lucio. Tienes más información en el post Qué pescados puedes comer si estás embarazada o dando el pecho.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comparte si te gusta