Yo no suelo padecer problemas de garganta, pero cuando trabajaba en la revista, en un edificio inteligente de esos que se supone que regulan la temperatura solos, todos los veranos me cogía una laringitis por el aire acondicionado que me dejaba casi sin voz. Desde que trabajo en casa, no me ha vuelto a pasar. Y es que los aparatos de aire acondicionado que nos ayudan a hacer frente al calor, pueden tener efectos negativos en la salud, especialmente en las vías respiratorias, si no se usan bien. Y así lo recuerda el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario de Torrejón que, además, ofrece algunos consejos para prevenir las molestias en la garganta por el uso de aire acondicionado.
En palabras de la doctora Lorena Sanz, jefa del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario de Torrejón: “las faringitis y las laringitis se convierten, cada vez más, en una enfermedad habitual del verano debido a las variaciones de temperatura entre espacios cerrados, las altas temperaturas de la calle y el abuso del uso de los aires acondicionados”.
Según indican desde este hospital, prácticamente la mitad de los hogares en España cuentan con un aparato de aire acondicionado y el porcentaje aumenta aún más en las regiones que sufren las temperaturas más extremas en verano, las oficinas, dependencias oficiales, centros sanitarios, medios de transporte y otros espacios públicos.
Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, «hasta un 20% de los cuadros catarrales, laringitis, faringitis o procesos bronquíticos se producen en verano a causa del uso inadecuado del aire acondicionado».
¿Por qué el aire acondicionado afecta tanto a la garganta?
El aire frío altera los sistemas de defensa naturales de la nariz y la garganta y seca mucho el ambiente, lo que a su vez provoca sequedad en las mucosas de la nariz y la garganta, la piel y los ojos (si trabajas todo el día con aire acondicionado, es conveniente hidratar los ojos con gotas).
Según explica la doctora, el aire acondicionado afecta al sistema respiratorio y el sistema inmunitario porque “los aparatos de refrigeración expulsan frío y ocasionan alteraciones en los sistemas de defensa naturales de la nariz y garganta, provocando que los cilios pierdan movilidad y que la circulación normal de la mucosa se vuelva más lenta o incluso cese por completo. El ambiente frío y seco favorece la irritación de las mucosas y la faringe y reseca la garganta y puede provocar una inflamación del tejido faríngeo con granulación en la pared posterior de la garganta»
Las afecciones más comunes son la faringitis (inflamación en la parte alta de la garganta) y la laringitis (inflamación en la parte baja de la garganta, donde está las cuerdas vocales), pero el mal uso del aire acondicionado también puede provocar sinusitis y otitis y en los casos más graves los infecciones en la garganta por el aire acondicionado pueden llegar a desembocar en una bronquitis o neumonía.
Los síntomas más habituales de la laringitis y faringitis por el aire acondicionado son carraspeo, sensación de sequedad y quemazón y tos irritativa persistente,
Según explica la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) en su web las dos afecciones se suelen tratar con antiinflamatorios como el ibuprofeno o con analgésicos como el paracetamol y no suelen dar problemas. Pero es conveniente consultar al médico si el dolor de garganta no mejora en tres días y sobre todo si irradia al oído o si disfonía o ronquera que no se cura en dos semanas
Consejos para prevenir los problemas de garganta por el aire acondicionado
- Mantener la temperatura del aire entre 22 y 26 grados
- Limpiar regularmente el filtro del aire acondicionado
- No apuntar el aire directamente al cuerpo
- Para paliar la sequedad en el ambiente se pueden utilizar humidificadores en casa o en la oficina.
- Tener cuidado con el aire acondicionado del coche, ya que da muy de cerca y de manera directa. Para bajar la temperatura del coche te aconsejo leer el artículo Trucos para refrescar el coche rápidamente
- Ventilar bien los estancias de la casa
- Evitar que se fuma en espacios interiores, el humo del tabaco también puede irritar la garganta de los fumadores pasivos.
- Beber agua en abundancia.
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