Según el Colegio Nacional de Ópticos Optometristas un 7% de españoles que sufren presbicia, conocida popularmente como vista cansada, no se ha revisado la visión nunca. Estas personas tienen que forzar mucho la vista para leer, usar el móvil, enhebrar una aguja, cocinar… , con los riesgos que puede suponer el esfuerzo visual para su calidad de vida y su salud visual.

De hecho, según explica el doctor Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso, del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega: “La presbicia afecta a prácticamente el 100% de la población a partir de los 45 años (en miopes puede paliarse durante un tiempo) y es por ello, es el principal problema visual para que las personas abandonen el hábito de leer”.

Qué es la vista cansada

La presbicia o vista cansada es problema fisiológico que empieza a partir de los 40 años y que implica una dificultad para enfocar objetos que están cerca. No es una enfermedad ocular ni un defecto de refracción como la astigmatismo, miopía, o el ojo vago

A largo plazo, todos vamos a sufrir vista cansada en menor o mayor medida.

Por qué los miopes tienen menos vista cansada

Los miopes tienen menos vista cansada ( tarda más en aparecer y se acusa menos), porque las personas con este defecto de refracción tienen la córnea más curvada y el ojo más largo de lo normal, con lo que su punto focal está más cerca del ojo, lo que les da mejor capacidad para enfocar los objetos cercanos.

Causas de la vista cansada.

La vista cansada o presbicia se produce porque, con el paso del tiempo, tanto el músculo ciliar (que permite adaptar la visión) como el cristalino (que es la parte de los ojos que enfoca las imágenes sobre la retina) pierden elasticidad. Esta pérdida de elasticidad hace que disminuya poco a poco la capacidad para acomodar el ojo y ver bien de cerca.

Síntomas de la presbicia

Como he dicho al principio, el principal síntoma de la presbicia es la dificultad para enfocar bien los objetos que están cerca. Al principio, cuando empezamos a sufrir vista cansada notamos que nos cuesta leer las etiquetas de los productos alimenticios o de higiene (que suelen estar en una letra muy pequeñita) o, enhebrar una aguja, pero llega un momento en el que empieza a costar también leer los mensajes del móvil, o la carta de los restaurantes. Hay que guiñar los ojos o alejar las letras el texto para verlo mejor.

De hecho, el doctor Luis Fernández-Vega explica que, “la disminución de la capacidad de acomodación del cristalino para ver de cerca provoca, por ejemplo, la necesidad de alejar el libro para ver las letras con más claridad”.

Otros síntomas de la vista cansada añadidos

Además, de la visión borrosa de objetos cercanos, la presbicia también puede provocar

  • sensación de agotamiento en los ojos
  • peor visión cuando hay poca luz
  • dolores de cabeza repetitivos

Los síntomas de la vista cansada empiezan a aparecer a partir de los 40 años y comienzan a ser más significativos a partir de los 45 años, que suele ser cuando suele empezar a hacer falta usar lentes (gafas o lentilas) para corregirla.

Por ello, es fundamental revisar la vista regularmente para poder empezar a usar las lentes en cuanto sea necesario

¿Retrasar el uso de gafas evita que aumente la vista cansada?

Ojo con este falso mito, no es cierto que retrasar el uso de lentes correctoras retrase el avance de la presbicia

Según indica desde el Colegio Nacional de Ópticos en la Guía Práctica de la Salud Visual  y 100 preguntas sobre salud visual, este falso mito se justifica en la idea de que «si una persona se acostumbra a las gafas, la vista cansada progresa más rápido» pero no es así.

Es cierto que una vez el cerebro -que es muy listo -comprueba que con gafas puede ver mucho mejor , se acostumbra y luego cuesta más leer sin las ellas, pero no usar las gafas supone un esfuerzo suplementario para el ojo, que ya no está tan preparado para soportarlo. Y la realidad es que una vez que empieza, la presbicia sigue avanzando tanto si se usan gafas como sino.

Cómo se corrige la vista cansada

La vista cansada se trata con lentes correctorsa que mejoran la visión de cerca, aunque también se puede recurrir a la cirugía con la implantación de una lente intraocular para corregirla.

Ahora bien, pare recurrir a la cirugía es mejor esperar. Según explica el doctor Fernández-Vega, en el caso de la presbicia, laa cirugía puede empezar a valorarse en torno a los 50-55 años, cuando presbicia cuando esté bien establecida, ya que va aumentando poco a poco”.

No abusar de las” gafas de farmacia”

El Colegio de Ópticos-Optometristas ha advertido en varias ocasionales sobre el uso de gafas premontadas, es decir las gafas fabricadas de forma estándar para todos los usuarios en general con una graduación preestablecida, conocidas también como “gafas de farmacia” porque fue donde empzaron a comercializarse, aunque hoy en día se venden en todo tipo de establecimientos.

Aunque estas gafas nos pueden sacar de un apuro si no tenemos las nuestras a mano, no son una solución adecuada para la presbicia o vista cansada, ya que únicamente actúan como una lupa y, por lo tanto, un uso continuado puede tener consecuencias perjudiciales para la salud visual.

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