Todos sabemos ya que para prevenir el contagio de Covid 19 hay tres claves fundamentales: higiene de manos, distancia de seguridad y uso de mascarilla o mejor dicho  BUEN USO porque si no usamos bien la mascarilla la protección se pierde. Pero, ¿cómo usar bien la mascarilla?

El virólogo y profesor de Microbiología de la Universidad CEU San Pablo, Estanislao Nistal explica que las mascarillas nos protegen del contagio del Covid porque actúan como un “elemento de protección al impedir que se dispersen las gotitas de saliva cuando salen de nuestra boca, ya que quedan retenidas en ella” y añade que: «Cuando llevamos una mascarilla puesta, reducimos la exposición de las personas que puedan estar expuestas al virus que nosotros estemos produciendo y evitamos que otras personas se infecten, añade.

En julio existió  cierto relax con el uso de la mascarilla en muchos lugares, quizá por esa falsa idea de que el calor reduciría la expansión del Covid-19.  El especialista aclara que «el calor afecta al Covid-19 en la transmisión indirecta, es decir el contacto con partículas de saliva que quedan sobre superficies, que luego podemos tocar con la mano y llevar de forma involuntaria a la cara, pero NO afecta a la transmisión directa del virus, que se produce a través de las gotitas de saliva entre personas”. Por eso, es tan importante usar bien la mascarilla y mantener la distancia social.

Por eso, desde agosto el uso de la mascarilla es obligatorio en los espacios públicos en toda España, aunque se mantenga la distancia social

Pero, como decía al principio, para que la mascarilla sea efectiva hay que usarla bien.

Cómo usar bien la mascarilla

El experto explica que la mascarilla está en contacto con las bacterias de están en nuestra piel y que puede ir acumulando bacterias, sobre todo si la apoyamos sobre la barbilla o el pelo. Por ejemplo, los estafilococos que pueden aparecer cuando se produce una pequeña herida en la piel al afeitarse pueden producir también infecciones respiratorias o una segunda infección si se sufre gripe. Algunos estafilococos son resistentes a los antibióticos y pueden agravar más el problema.

Por eso es muy importante tener cuidado al ponerse y quitarse la mascarilla y también, guardarla adecuadamente.

Cómo ponerse y quitarse la mascarilla

La mascarilla se debe manipular siempre desde las gomas que se ponen detrás de las orejas.

El Ministerio de Sanidad explica que «Si se trata de una mascarilla quirúrgica o higiénica desechable, hay que asegurarse de ponerla siempre por la parte de color por fuera y colocar la parte metálica o borde rígido sobre la nariz. La mascarilla debe cubrir bien nariz, boca y barbilla y ajustarse bien a la cara.

  • Siempre hay que limpiarse las manos antes y después de quitarse la mascarilla.

Cómo guardar la mascarilla

Si hay que quitarse la mascarilla por algún motivo puntual, el viriólogo recomienda «guardarla en sobre de papel, que es deshidratante y dificulta el posible crecimiento de las bacterias, antes que dejarla en una superficie o en una bolsa de plástico”. Otra opción es guardarla en una bolsa de tela (que es lo que están pidiendo, por ejemplo, en muchos colegios para llevar la mascarilla de respuesto).

En el caso de las mascarillas de tela, la OMS, sin embargo, aconseja guardarlas en una bolsa de plástico limpia y con cierre hermético (siempre que la mascarilla de tela no esté sucia ni húmeda). En el caso de las mascarillas quirúrgicas no indica nada, solo aconseja desecharlas inmediatamente después del  uso.

Cómo cuidar la mascarilla reutilizable lavable

Si la mascarilla es de tela lavable, la OMS indica que

  • Es importante ajustar bien la mascarilla de modo que cubra la boca, la nariz y la barbilla, sin dejar huecos a los lados.
  • Hay que cambiar la mascarilla si se ensucia o se humedece y lavar la con con jabón o detergente y preferiblemente con agua caliente (al menos 60 grados) como mínimo una vez al día.
  • Si no se dispone de agua caliente, se puede lavar la mascarilla con jabón o detergente y agua a temperatura ambiente y, después hervirla hevirla durante 1 minuto o sumergirla  en una solución de cloro al 0,1% durante 1 minuto y enjuagarla después bien con agua a temperatura ambiente (para que no quede ningún residuo tóxico de cloro en la mascarilla).

Gestos que hay que evitar al usar la mascarilla

El Ministerio de Sanidad también indica los gestos que se deben evitar al usar la mascarilla y que pueden hacer que se pierda la protección, como:

  • Llevar la mascarilla poco ajustada.
  • Dejar la mascarilla usada al alcance de otras personas.
  • Quitarse la mascarilla para hablar.
  • Manipularla con las manos cuando está puesta

La OMS añade en sus recomendaciones que «el uso de mascarillas higiénicas o de tela podría aumentar las posibilidades de infección por el virus de la COVID-19 si la mascarilla se toca a menudo con las manos sucias y se contamina, o si se mantiene sobre otras zonas de la cara o la cabeza y después se vuelve a colocar sobre la boca y la nariz».

Aquí puedes ver el vídeo del Ministerio de Sanidad con consejos para usar bien la mascarilla:

 

 

Riesgos por reutilizar la mascarilla no reutilizable  más de la cuenta

  • Salvo que se trate de una mascarilla reutilizable (que habrá que lavar con regularidad), al reutilizar la mascarilla más de las horas aconsejadas deja de ser efectiva.
  • El experto añade que cuando reutilizamos una mascarilla durante varios días, “acumulamos e inhalamos bacterias que podrían ocasionarnos  problemas como molestias en la garganta, boca o nariz, con el riesgo añadido de que dichas  bacterias puedan bajar a la parte baja de nuestros pulmones y producir una infección bacteriana que dé como consecuencia una neumonía».

Una exención clara al uso obligatorio de la mascarilla: hacer ejercicio

Hay varias situaciones en las que se puede estar exenta de usar mascarilla, como el momento de consumir alimentos en una terraza o durante la práctica de ejercicio.

En este caso no solo se está exento sino que la Organización Mundial de la Salud desaconseja usar la mascarilla al hacer ejercicio porque el sudor puede hacer que la máscara se humedezca más rápidamente, lo que dificulta la respiración y promueve el crecimiento de microorganismos.

En su lugar el consejo preventivo es mantener una distancia física de al menos un metro de los demás.

 

 

 

Puedes ampliar información sobre el colecho en este artículo sobre cómo hacer un colecho seguro.

 

 

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