Aunque dar el pecho es un acto natural que no debería provocar molestias, iniciar la lactancia no siempre resulta fácil porque es algo nuevo para la madre y para el recién nacido (incluso cuando ya se ha sido madre, porque cada bebé es distinto). Por ello, es muy importante cuidar la postura al dar el pecho y, sobre todo, asegurarse de que el bebé se engancha bien al pezón. Si el agarre no es correcto y el bebé no succiona bien, pueden aparecer las temidas grietas en el pezón, que pueden entorpecer aún más la lactancia.

¿Cómo prevenir las grietas en el pezón?

Las grietas en el pezón son pequeñas heridas que pueden resultar muy dolorosas e incluso pueden llegar a sangrar. Se producen cuando el bebé no se engancha bien al pecho, por ejemplo porque agarra solamente el pezón y no coge la areola porque está mal colocado (demasiado separado del pecho, con la boca poco abierta, etc.).  Por lo tanto, para prevenir las grietas es fundamental que el bebé se enganche bien al pecho (te explico cómo lograrlo más abajo) y para ello es fundamental adoptar una buena postura al dar el pecho. Tienes más información en el artículo Buenas posturas para dar el pecho

  • Lo ideal es iniciar la lactancia en el mismo paritorio, en contacto piel con piel, con el bebé tumbado sobre el vientre de su madre. Y así se intenta ahora en la mayoría de los partos, incluso en las cesáreas. El recién nacido tiene un  fuerte instinto para empezar a mamar y es capaz de buscar y encontrar el pecho él solo y mamar en una buena posición con un enganche perfecto. Por ello, los expertos en lactancia materna aconsejan realizar las primeras tomas de leche materna con la madre tumbada boca arriba y el bebé tumbado sobre ella.
  • El  riesgo de que aparezcan grietas en el pezón aumenta si el parto ha sido por cesárea, porque la madre, al estar dolorida, suele tener más dificultades para  colocar al bebé al pecho y adoptar posturas incorrectas para evitar que el bebé le haga daño en la herida de la cesárea, pero hay buenas posturas para evitarlo. Tienes más información en el artículo Las mejores posturas para dar el pecho tras una cesárea. 
  • Como la lactancia es algo nuevo para el recién nacido y la succión de biberones, tetinas, etc. es diferente a la succión del pezón, hasta que el bebé no se haya habituado a mamar, es fundamental no ofrecerle el  chupete ni darle biberones, que le podrían confundir en la forma de succionar.  Si se le pone un chupete a un recién nacido, luego podría  intentar succionar el pecho como si fuera un chupete y al no agarrarse bien, podría hacer daño a la madre y además, apenas sacaría  leche por lo que volverá a pedir en breve, provocando nuevas molestias. Si resulta necesario darle algún tipo de líquido al bebé, se le puede dar con una jeringa, un vasito o una cuchara pequeña.
  • Además, para que la lactancia vaya bien el pecho se debe ofrecer a demanda: cuando el bebé pida y durante el tiempo que necesite. Al principio es habitual que se quede dormido al pecho y vuelva a pedir en poco tiempo.
  • Si por algún motivo hay que retirar al bebé del pecho, en  lugar de tirar de él, lo que puede provocar dolor en el pezón, conviene introducir un dedo entre el pecho del que está mamando y las encías del bebé y después mover suavemente la cabecita del bebé.

Cómo saber qué se engancha bien el pecho

Según explica el doctor Luis Ruiz, pediatra experto en lactancia, para poder mamar bien el pe­zón tiene que quedar en parte superior de la boca del bebé de forma que quede sitio para poner la lengua debajo. Cuando el enganche es correcto la mayor parte de la areola del pezón queda por encima de la boquita del bebé.

Si a pesar de estas explicaciones surgen dudas sobre el enganche al pecho, lo mejor es consultar si la posición es correcta con un experto en lactancia, como la matrona del centro de salud o un grupo de lactancia, (algunos incluso tienen grupos de whatsapp).

Cómo tratar las grietas del pezón

Si aparecen grietas en el pezón, conviene consultar cuanto antes con un profesional experto, como la matrona del centro de salud por si fuera necesario aplicar una pomada de lanolina compatible con la lactancia antes de las tomas, usar pezoneras mientras duela o dejar de amamantar con el seno afectado y sacarse la leche para dársela al bebé con una cuchara, jeringa o vasito. Las grietas del pezón empiezan a mejorar en cuanto se corrige la postura y el enganche del bebé, pero pueden tardar unos días en curarse y entre tanto las tomas pueden resultar dolorosas.

Para ayudar a la cicatrización de la herida en el pezón, conviene dejar el pecho al aire el mayor tiempo posible (para que se seque) y, antes y después de la toma, untar el pezón y la areola con la propia leche materna que tiene muchas propiedades beneficiosas. 

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comparte si te gusta