La mastitis es uno de los problemas más dolorosos que puede surgir al dar el pecho y una de las principales causas por la que las mujeres abandonan la lactancia. Por ello, es fundamenta tomar medidas para prevenir la mastitis y también saber cómo aliviar la mastitis si aparece.
Qué es la mastitis
La mastitis es una inflamación del pecho. Puede ser solo inflamatoria o también infecciosa, lo que lo hace más dolorosa.
A menudo, la mastitis se produce a consecuencia de una ingurgitación mamaria (el pecho se hincha porque el bebé no mama lo suficiente -algo habitual al inicio de la lactancia- y la leche se acumula) o de una obstrucción mamaria o conducto bloqueado, que también se produce cuando el pecho no se vacía bien (el principal síntoma es un bulto doloroso en el pecho, caliente y rojo).
La obstrucción del conducto mamario provoca retención de leche en las glándulas mamarias. La leche materna contiene bacterias para fortalecer el sistema inmune del bebé, pero si estas permanecen más tiempo del necesario en las glándulas mamarias pueden provocar una respuesta inflamatoria y un sobrecrecimiento bacteriano que puede ocasionar una infección. Las grietas que aparecen a veces en el pezón, a consecuencia de un enganche inadecuado, también pueden influir en la aparición de infecciones.
Cómo prevenir la mastitis
La mejor forma de prevenir la mastitis es evitar que la ingurgitación mamaria y la obstrucción mamaria vayan a más.
La ingurgitación o hinchazón del pecho se alivia aplicando calor húmedo antes de poner al bebé a mamar y frío entre las tomas. También ayuda masajear la zona afectada, desde la parte más alejada del pezón hacia el centro, para ablandar la areola y el pezón. El masaje resulta más efectivo si se realiza en la ducha con agua templada.
Tanto la ingurgitación mamaria como la obstrucción mamaria pueden remitir poniendo al bebé a mamar a menudo y si es necesario, sacándose la leche después de las tomas (mejor con la mano mejor que con el sacaleches por si hubiera un conducto bloqueado).
Para que el bebé succione bien y tome suficiente leche, y a la madre no le duela el pecho ni la espalda, es esencial adoptar una buena postura al dar el pecho que resulte cómoda para la madre y para el bebé. Tienes más información sobre el enganche al pecho y la postura en el artículo Cómo conseguir un buen agarre al pecho, asesorado por el pediatra Luis Ruiz, experto en lactancia materna y diplomado en patología mamaria.
Además, para facilitar el agarre del bebé al pecho, hasta que no se haya habituado a mamar, es muy importante no ofrecerle chupetes ni biberones, ya que pueden confundirle en la forma de succionar, que es diferente a la del pezón. Si hace falta darle líquido, es mejor hacerlo con una jeringa o una cucharilta.
A veces, para saber cómo dar el pecho en un una buena postura puede hacer falta ayuda experta, sobre todo si el parto ha sido por cesárea porque algunas posturas pueden resultar molestas al principio (tienes información en el artículo Posturas para dar el pecho tras una cesárea). Los grupos de lactancia, formados por otras madres, ayudan a resolver dudas, algunos incluso funcionan por whatsapp.
Síntomas de la mastitis y tratamiento
La mastitis puede causar dolor, pinchazos y cuando es infecciosa síntomas parecidos a los de la gripe, como dolores articulares, mareo, e incluso fiebre.
Si se sospecha que existe una obstrucción mamaria o una mastitis, conviene consultar con el médico o matrona por si hace falta tomar antiinflamatorios y tratarla con antibióticos y saber qué medidas tomar para aliviar las molestias.
Al igual que la hinchazón y el conducto bloqueado, la mastitis se alivia vaciando el pecho con frecuencia y aplicando masajes y calor en el pecho antes de las tomas. La mastitis es infecciosa puede precisar reposo, igual que una gripe.
Si el bebé rechaza el pecho afectado, ya que la infección puede afectar al sabor de la leche, conviene sacarse la leche con un extractor o de forma manualmente.
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