En verano, los ojos de los niños están expuestos a sufrir problemas por la mayor exposición al sol y otros factores que pueden agredirlos, como el cloro o el salitre o los gérmenes que puede haber en el agua.
Los ojos de los niños son un 75% más sensibles que los adultos a los efectos dañinos de los rayos Uv porque el cristalino, que es el filtro natural del ojo, no está del todo desarrollado y no es capaz de filtrar toda la luz solar durante los primeros años de vida. Cuando los rayos penetran en el globo ocular, pueden causar dolor, enrojecimiento en los ojos y fotofobia.
Según el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas( CGCOO), los problemas oculares y visuales de la población en general aumentan en verano hasta un 25% por la exponerse al sol sin tomar precauciones y la radiación UV es siete veces más dañina en los ojos de los menores que en los de los adultos.
Cómo cuidar los ojos de los niños en verano
1. Cómo proteger los ojos de los niños del sol
Para prevenir los efectos dañinos del sol, los expertos aconsejan el uso de gafas de sol en los niños. Las gafas homologadas filtran entre un 95 y 100% de la radiación UV, y además disminuyen el impacto de los rayos solares cuando se reflejan en superficies blancas como la arena y el agua de las piscinas. Puedes ampliar información en el artículo Cómo elegir gafas de sol para niños.
- Conviene aumentar la protección solar con gorras, sombreros o viseras.
- Además, es importante enseñlar a los niños a no mirar al sol directamente ya que la exposición prolongada puede causar queratitis (inflamación de la cornea) que produce dolor, lagrimeo, fotofobia y enrojecimiento de los ojos.
Gafas de sol en los días nublados
La doctora Lucía Fernández-Vega, especialista en oftalmología pediátrica del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, aconseja «usar gafas de sol también en los días nublados, ya que los rayos solares afectan con la misma fuerza pues , las nubes dejan pasar el 90% de la radiación ultravioleta».
2. Consejos para prevenir la conjuntivitis
Los baños en las piscinas y el mar y el mayor contacto con la arena en los parques y salidas al campo aumentan el riesgo de sufrir conjuntivitis por infecciones víricas y bacterianas.
Los síntomas de la conjuntivitis son picor de ojos, legañas, lagrimeo… La infección se trata con lavados de los ojos y colirios específicos que receta el médico.
Para prevenir el contagio conviene prot eger los ojos con gafas de bucear y evitar que los niños compartan toallas
3. En verano hay que hidratar mucho los ojos
La sequedad del ambiente típico del verano y la que provoca el aire condicionado, en las casas y vehículos, seca mucho los ojos.
Hay que evitar que el chorro de aire acondicionado dé directo a los ojos,
Según explica la doctora Fernández Vega, el síndrome de ojo seco,produce quemazón, sensación de arenilla y ojos pesados. En los casos leves se puede aliviar con lágrimas artificiales en colirio o gel, pero si no mejora conviene acudir al oftalmólogo para una revisión en profundidad.
4. Mas precauciones si se usan lentes de contacto
Si el niño usa lentes de contacto, hay que tener especial cuidado pues el riesgo de infección aumenta. Debe quitarse las lentillas para bañarse y extremar la higiene ahora que pasa más tiempo fuera.
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