Las altas temperaturas pueden tener efectos en la salud, sobre todo en determinados grupos de riesgo, como las personas mayores, los niños, los enfermos crónicos, las embarazadas y, aunque no se mencionen en las campañas preventivas de Sanidad, también en las madres lactantes, ya que su organismo está haciendo un esfuerzo extra para fabricar la leche que necesita el bebé.
El calor hace que sudemos más y que lo tanto, perdamos más agua. Por eso, es posible que el bebé quiera mamar más a menudo, pero menos cantidad, ya que la leche materna que sale al principio de la toma contiene más agua y azúcar, y sacia antes la sed del bebé. Por ello es fundamental que la madre se hidrate muy bien
Con la ayuda, del Hospital de Manises (Valencia) que ha elaborado una guía completa lactancia en verano resolvemos las principales dudas de las madres lactantes al dar el pecho en verano y te damos también algunos trucos que ayudan a dar el pecho cuando hace calor.
Qué tener en cuenta al dar el pecho cuando hace calor
1. Conviene ofrecer al bebé los dos pechos, y a menudo
En estos días de calor hay que estar muy pendiente de las señales que hace el bebé para hacernos saber que quiere mamar. Además, es conveniente ofrecerle leche de los dos pechos porque si tiene mucha sed puede tomarse la parte más líquida de un pecho y después la del otro, sin terminarse el primero, ya que como explicaba al principio: la leche materna que sale al principio de la toma contiene más agua y sacia antes la sed del bebé. La Dra. Blanca Garrido, especialista en Pediatría del Hospital de Manises y coordinadora de la Unidad de Cuidados Intermedios Pediátricos y Neonatales aconseja “ofrecer el pecho al bebé frecuentemente, dándole a amamantar a demanda”.
Desde el Hospital de Manises recuerdan que «el metabolismo de los bebés es más rápido que el de los adultos, por lo que pueden tener mayor riesgo de deshidratación» y explican que «un bebé bien hidratado está activo, contento, con las mucosas húmedas y la piel turgente y hace pis de color claro y en cantidad normal». Los expertos de este hospital valenciano indican que los posibles signos de deshidratación son hipoactividad, irritabilidad, sensación de sequedad en piel y mucosas, disminución de la cantidad de orina, que se suele volver de un color más intenso y tener un olor más fuerte.
2. Hay que beber agua a menudo para estar bien hidratada
La Organización Mundial de la Salud aconseja la lactancia materna exclusiva y a demanda (cuando el bebé quiera) durante los seis primeros meses de vida del bebé y mantenerla junto con otros alimentos durante al menos dos años.
La leche materna contiene alrededor de 85% de agua, independientemente del líquido que tome la madre. Es decir, no es cierto que haya que beber más líquido para tener más leche. Este mito de la lactancia puede haber surgido porque la lactancia aumenta la sed, especialmente durante la toma, ya que al amamantar aumenta la oxitocina que es una hormona que produce sed. Por lo tanto, la madre tiene que beber el agua que le pida el cuerpo, ni más ni menos.
Cuando el bebé se alimenta únicamente de leche materna, hay que darle de mamar muy a menudo para que esté bien hidratado y no hace falta darle agua ni nada más, ya que la leche materna consta de un 85% de agua. Cuando el bebé ya toma otros alimentos, los expertos del Hospital de Manises aconsejan ofrecerle agua al bebé después de las tomas de alimentos distintas al pecho para saciar su sed, especialmente en verano.
3. Es importante proteger el pecho del sol
Al igual que el resto del cuerpo, es importante proteger el pecho de las quemaduras solares con un buen protector solar. No hay contraindicación para hacer topless aunque conviene hacerlo en las horas de menos calor y siempre con protección. Si se echan cremas cerca del pezón, hay que lavar bien la zona antes de poner al bebé al pecho.
4. Hidratar bien los pezones
Según explica el equipo de matronas del Hospital Universitario de Torrejón en verano aumenta el riesgo de que se irriten los pezones por el exceso de sudoración que provocan el calor y la humedad por el exceso de sudoración. Para prevenir estas molestias las matronas mantener una buena higiene e hidratación de las mamas y en caso de utilizar cremas corporales, consultar con la matrona del centro de la salud si la crema es compatible con la lactancia materna.
5. Tener cuidado con la temperaturas extremas
Si hay que dar el pecho fuera de casa, conviene buscar buscar lugares que sean frescos y estén en la sombra para dar el pecho. En los sitios cerrados, hay que procurar que el bebé no reciba el aire directo del ventilador o el aire acondicionado, para evitar los cambios bruscos de temperatura y prevenir los catarros.
6.Posturas para amamantar cuando hace calor
El contacto piel con piel que conlleva la posición clásica de cuna (con el bebé sobre el regazo) aumenta la sudoración.
Si te acaloras mientras das el pecho o el bebé suda mucho por la cabecita mientras come, por el esfuerzo que hace al succionar, puedes poner una gasita fina sobre el brazo donde se apoya el pequeño para que estéis más cómodos.
Como alternativa, en los días de mucho calor, desde el Hospital de Manises proponen dar el pecho recostada con el bebé al lado o amamantarle en la posición de “balón de rugby”, con el bebé bajo el brazo tumbado boca arriba sobre un el sofá. Esta última postura resulta muy práctica en caso de cesárea y parto múltiple y además, ayuda a vaciar el pecho.
7. Si te sacas la leche, guárdala rápidamente en el frigorífico
Si te sacas la leche para dársela al bebé ten en cuenta que quizá necesite más cantidad por el calor y, sobre todo, que la leche materna aguanta aguanta unas cuatro-ocho horas a temperatura ambiente (de 19 a 25 º). Así que con este calor, lo mejor es refrigerarla (si hace falta en una nevera portátil) justo después de su extracción, para asegurarse de que se conservan todas las propiedades. Si tienes que transportar la leche materna que has extraído, usa una bolsa refrigerante o una nevera con bloques de hielo para mantenerla fría.
Las expertas del Hospital de Manises aconsejan congelar la leche materna en envases pequeños (máximo 120-150 ml) para así poder descongelar de forma gradual y no desperdiciar leche materna. Una vez que la leche se ha descongelado, aconsejan desecharla si no se usa en unas dos horas.
8. Trucos para dar el pecho en público
En general, hoy en día las madres amamantan a sus bebés sin problema en cualquier lugar, aunque todavía de vez en cuando saltan a la palestra noticias absurdas sobre mujeres a las que se les ha impedido dar el pecho en lugares públicos.
Muchas mujeres dan el pecho sin reparos, pero a otras les da cierto pudor amamantar en público. Si es tu caso, es mejor usar camisetas que se pueden subir hacia arriba que camisas con botones que se abren por completo. En la piscina o la playa, puedes taparte con un pañuelo fino, de algodón, lino o hilo. Más información en el artículo Consejos para dar el pecho en público
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