El 14 de marzo se celebra el Día Internacional de la Incontinencia Urinaria, una patología que afecta a la calidad de vida de más de seis millones de personas en España.
Según datos de la Asociación Española de Urología, se estima que una de cada tres mujeres a partir de los 50 años y uno de cada cuatro hombres a partir de los 40 años han experimentado pérdidas de orina.
La incontinencia urinaria es una enfermedad infradiagnosticada
La incontinencia urinaria es una patología que limita la autonomía y reduce la autoestima. Sin embargo, según una encuesta desarrollada por Essity y la plataforma Conectando Pacientes el 40% de los pacientes tardan más de tres años en ser diagnosticados desde que experimentn las primeras pérdidas de orina y casi un 20% tardan entre uno y tres años
Según explica el Dr. José Medina Polo, urólogo responsable de la Unidad de Urología Funcional y Femenina ROC Clinic “ solo un 28,4% de los afectados consulta a un especialista y solo el 16,7% recibe tratamiento, ya sea por vergüenza, por creer que es un proceso normal de la edad o pensar que no tiene importancia…».
Carolina Hormigos, de la plataforma Conectando Pacientes explica que «muchos afectados entran los foros de internet para compatir sus inquietudes con otras personas que están pasando por la misma situación para sentirse comprendidos y ver que no son los únicos que sufren esa patología»
Pero hay que saber que la incontinencia urinaria es un problema médico con solución. Y por ello, el doctor Javier Romero-Otero, director del Departamento de Urología de HM Hospitales en Madrid y director médico de ROC Clinic añade que, “es necesario acabar con el estigma social que rodea a esta enfermedad y acudir al especialista cuando aparecen los síntomas para así poder evaluar la situación en profundidad y poder dar con el tratamiento más adecuado”.
Tipos de incontinencia urinaria
Los especialistas distinguen cuatro tipos de incontinencia urinaria en función de las causas que la provocan y de cómo se manifiesta
1. Incontinencia urinaria de esfuerzo
La incontinencia urinaria de esfuerzo es la pérdida involuntaria de orina cuando se realiza un esfuerzo físico que provoca un aumento de la presión intraabdominal. Ocurre al toser, reírse, estornudar, etc.
Entre las causas están la edad, la obesidad los factores que pueden afectar al suelo pélvico, como los embarazos y las operaciones pélvicas, como las histerectomías.
Tienes información interesante sobre este tipo de incontinencia y otras en el libro «Mearte de risa, ni de broma2 escrito por una fisioterapeuta experta en suelo pélvico y problemas de incontinencia y consejos para realizar ejercicios para fortalecer el suelo pélvico en el artículo Cómo hacer los ejercicios de Kegel para cuidar el suelo pélvico.
2. Incontinencia urinaria de urgencia o vejiga hiperactiva
La incontinencia urinaria de urgencia o vejiga hiperactiva es la pérdida involuntaria de orina asociada a un fuerte deseo de orinar que no puede demorarse.
3. incontinencia urinaria mixta
Es la pérdida involuntaria de orina con urgencia y también al realizar esfuerzos, toser, etc.
4. Incontinencia urinaria por rebosamiento
Ocurre cuando el volumen de orina en la vejiga supera su capacidad, y se relaciona con trastornos con el vaciado de la vejiga.
Diagnóstico y tratamiento de la incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria puede esconder otras patologías y por ello es importante consultarlo con un urólogo para que descarte, con la historia clínica y una exploración, que no haya prolapsos de órganos o patologías a nivel vesical, como un tumor de vejiga.
El urólogo realizará las pruebas necesarias para saber cómo funciona y cómo se contraen la vejiga y los músculos del suelo pélvico para distinguir el tipo de incontinencia y así determinar el tratamiento adecuado.
La incontinencia de esfuerzo se puede tratar con rehabilitación, realizando ejercicios que fortalezcan el suelo pélvico, y también con terapia láser por vía vaginal que ayuda en estados leves a fortalecer y colagenizar el suelo pélvico. Cuando estos tratamientos no funcionan, se puede colocar una malla en la vejiga.
La vejiga hiperactiva se puede tratar con fármacos y fisioterapia. Los medicamentos reducen las contracciones de la vejiga y en el caso de que los fármacos no funcionen se puede administrar toxina botulínica para reducir las contracciones, ya que el botox es un paralizante muscular.
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