Según un  artículo publicado en la Revista Pediatrics:  “En los más de 60 estudios que se han realizado en menores de 5 a 17 años de todo el mundo, el 90% ha comprobado que el uso de pantallas retrasa la hora de acostarse y empeora la calidad del sueño y que un 75% de los estudios vincula también el uso nocturno de la televisión (menos interactiva) con peores ciclos de sueño. La conclusión es por tanto que: los niños duermen peor si usan pantallas antes de acostarse.

El sueño es fundamental para el desarrollo de los niños, un sueño de mala calidad puede afectar a su comportamiento por el día y también a su salud. La falta de sueño puede provocar falta de atención e incluso un mayor índice de masa corporal.

Por qué las pantallas afectan a la calidad del sueño

La luz es el cronómetro principal del reloj interno del cerebro que nos ayuda a dormir.

Los niños tienen pupilas más grandes, y sus retinas son más transparentes, por lo que su exposición y sensibilidad a la luz de las pantallas es mayor que en los adultos. La exposición a la luz antes de dormir altera el sueño en los niños.

Esta exposición a a luz influye en la secreción de melatonina, hormona que genera el organismo para indicar al cerebro que es el momento de dormir, entre otras funciones, y por lo tanto puede alterar los ciclos del sueño en los niños.

De hecho, algunos artículos científicos indican que la presencia de luz en la habitación mientras dormimos puede alterar la secreción de melatonina y entorpecer el sueño. Por eso, si los niños tienen miedo de dormir a oscuras, es mejor usar un piloto quitamiedos de los que ponen en el enchufe que dejar una luz fuerte encendida.

Consejos sobre el uso de pantallas en los niños

Para mejor el sueño de los niños, la Asociación Americana de Pediatría recomienda:

  1. Seguir una rutina previa antes de dormir que incluya actividades tranquilas y relajantes (baño, masaje, cuentos) y evitar el uso de aparatos electrónicos en las horas previas al sueño.
  2. Limitar el tiempo que los niños pasan frente a la pantalla, algo que también aconseja la OMS:
  • En los menores de 18 meses, se debe evitar el uso de pantallas, salvo video chats para comunicarse con familiares o amigos.
  • Entre 18 a 24 meses, no es necesario utilizar pantallas, pero si los padres quieren hacerlo deben elegir  contenido de alta calidad y  verlo siempre con los hijos para ayudarles a entender lo que ven.
  • En los niños de 2 a 5 años, se debe limitar el uso a 1 hora al día, usar programas de programas de alta calidad y también verlos con ellos.
  • A partir de los 6 años en adelante, hay que establecer límites  sobre el tiempo y el tipo de contenido que se usa y asegurarse de que su consumo no quita horas al sueño o las actividades físicas, esenciales en la infancia.

Imagen por Designed by Freepik

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comparte si te gusta