A veces ocurre que de un día para otro el bebé no quiere dormir en su cuna después de haberlo hecho hasta entonces sin problema. También es habitual que muchos padres se pregunten cómo lograr que el bebé duerma en su cuna después de haber dormido la cama de los padres durante los primeros meses de vida.
Aunque el fin es el mismo son situaciones diferentes. Respecto a pasar al niño a la cuna después de haber dormido con los padres tienes información en el post Consejos para dejar el colecho y pasar al niño a su propia cama.
En este post te cuento lo que aprendí durante los más de 20 años que coordiné la sección de sueño de una revista de crianza y algunos de los trucos que he aplicado como madre de tres hijos. Ahora bien, cada niño es único y cada familia también, y lo que funciona con un bebé no siempre funciona con otro. Además, cuando aparecen alteraciones del sueño no está de más consultar con el pediatra del pequeño para descartar que no existe ninguna dolencia que está alterando su descanso.
Qué hacer cuando el bebé no quiere dormir en su cuna
Cuando un bebé que está durmiendo bien deja de hacerlo de repente o se resiste a quedarse en la cuna cuando antes la cogía con gusto, lo primero que hay que hacer es valorar si ha habido algún cambio en su vida que le pueda generar inseguridad. El inicio de la guardería, una enfermedad, la vuelta al trabajo de la madre o el padre, vivir una situación que genera estrés o preocupación en los padres, etc. Todo puede influir. A veces, los efectos de los cambios en los hábitos diurnos se manifiestan durante el sueño.
Además, hay que comprobar que los elementos del entorno que pueden influir en el sueño del bebé siguen estando bien: la temperatura del cuarto, el colchón de la cuna, la luz, el ruido, etc.
Si ha habido algún cambio, seguramente habrá una razón que justifique que el bebé se muestre inseguro y reacio a quedarse solo en la cuna y por lo tanto, ls padres tendrán que ser muy comprensivos y pacientes hasta que el bebé asuma que a pesar de esos cambios, sus padres siguen presentes y que va a seguir teniéndoles. Bueno, realmente hay que mostrarse comprensivo y paciente siempre.
Si no se ha producido ningún cambio, lo más probable es que se trate de una etapa transitoria de cambios en el sueño,que es frecuente en el desarrollo del bebé. El sueño es un proceso evolutivo que va cambiando a lo largo de los meses y que los padres no podemos ni debemos modificar y, además, los ciclos de sueño de los bebés son diferentes a los de los adultos.
No obstante, como decía al principio, por si acaso, si las dificultades en el sueño se mantienen no está de más llevar al bebé al pediatra por confirmar que no existe ninguna dolencia que le dificulta el sueño.
Tres «soluciones» cuando el bebé no quiere dormir en su cuna
Cuando un bebé manifiesta rechazo a la cuna los padres pueden hacer tres cosas:
- Meter al bebé en su cama para tranquilizarle, tomando las medidas de seguridad necesarias para dormir con el bebé siempre que los dos estén convencidos de hacer colecho, porque luego puede costar más lograr que el bebé vuelva a dormir solo en su cuna.
- Seguir intentando que el bebé duerma en su cuarto (si es el caso) y en su cuna, con un ritual de sueño previo en el que los padres pueden acompañarle hasta que se quede dormido – siempre dentro de la cuna- y acudir a tranquilizar al bebé cada vez que les reclame para ayudarle a sentirse seguro.
- Colocar la cuna junto a la cama de los padres, a la misma altura de la cama (si no estaba allí, claro) para poder tranquilizar al bebé rápidamente. Al tener la cuna pegada, es más cómodo y fácil coger en medio de la noche al bebé para alimentarle abrazarle, e incluso poder mantener el contacto con su manita acariciandóla hasta que se duerma..
Si optas por que el bebé siga durmiendo en la cuna, es importante que dejes al bebé en la cuna antes de que se duerma del todo, es decir adormilado.
- Lo más importante para que un bebé duerma bien es que se sienta seguro y el bebé no se va a sentir seguro si se duerme en brazos o al pecho y se despierta en la cuna, porque no reconocerá el lugar donde está y se le puede desorientar y asustar. Tiene que reconocer la cuna cuando se duerma.
- Si llora al dejarle en la cuna, puedes calmarle cogiéndole en brazos pero en cuanto parezca que tiene algo de sueño, conviene dejarle en la cuna para que descanse allí, aunque tarde en dormirse, balbucee o juegue, es normal.
- Para que se sienta más seguro, dependiendo de la edad del bebé (para prevenir el riesgo de la muerte súbita del lactante, no conviene introducir nada en la cuna durante los primeros meses de vida del bebé) puedes dejarle un pañuelo que haya estado en contacto contigo, es decir que huelan a mamá.
- Por otro lado, si el bebé es mayor de seis meses, puede ayudar que pase ratos en la cuna por el día, de forma que reconozca la habitación y la cuna como un lugar agradable y seguro en el que descansar e incluso e jugar
Los bebés no se mal-acostumbran porque calmarles en brazos y dejarles después. Tienes más consejos en el artículo 7 consejos para ayudar al bebé a dormir
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