¿Qué efectos tiene la cuarentena en niños y adolescentes? Tres pediatras  de la Asociación Española de Pediatría (AEP) han resuelto dudas en una charla en directo, a la que se han conectado cerca de 5.000 familias, y han dado consejos para paliar los efectos que puede tener el confinamiento en la salud de los niños .

Rutinas para marcar el reloj biológico y dormir bien

El confinamiento en casa ha eliminado los estímulos externos que tenían los niños y que marcaban su reloj biológico que, entre otras cosas, les ayuda a dormir. No van al colegio, ni al parque, no practican su deporte favorito, no hacen los deberes al volver a casa… Estos hitos sociales marcaban su ritmo biológico y ahora no están. Por ello, es necesario reconstruir los estímulos para dar al niño la certeza, confianza y seguridad, que necesita un niño para sentirse bien y, por tanto, dormir bien.

Para ello, según explica el doctor Gonzalo Pin Arboledas, coordinador del Grupo de Sueño y Cronobiología de la AEP, es fundamental prestar atención a los factores externos que ayudan a nuestro cuerpo a regular los horarios, como la luz exterior o los horarios de las comidas. “Para obtener una correcta higiene del sueño, no hay que pensar solo en la noche, sino inducir el sueño a lo largo de todo el día -explica-. Es decir, sin ser excesivamente estrictos, conviene mantener una serie de rutinas y de hábitos que predispongan a los niños y adolescentes a anticipar qué es lo que va a pasar: ahora es hora de esto, ahora de lo otro, y ahora es hora de dormir”, indica.

Al tiempo, el pediatra aconseja “ralentizar la actividad de los niños y dejar que ellos manejen sus propios tiempos, siempre dentro de unos límites, dándoles herramientas para ello.

Según explica el doctor Pin, para dormir bien es fundamental organizar las rutinas del día, no solo las de la noche.

Ideas para mantener la actividad física en niños y adolescentes

El  doctor Julio Álvarez Pitti, miembro del Comité de Promoción de la Salud y experto en actividad física en la edad pediátrica recuerda la importancia de que niños y adolescentes realicen a diario  ejercicio moderado para mantenerse activos físicamente. “La actividad física estimula el sistema inmunológico, promueve la salud y reduce el estrés. Estar activo puede disminuir los problemas de comportamiento y ayudar a los niños a concentrarse mejor en su trabajo escolar”, explica.

Niños de 1 a 5 años; 3 horas diarias de actividad física

Para los niños de 1 a 5 años, el experto recomienda tres horas de actividad en diferentes intensidades (ligera, moderada y vigorosa) a través del juego como saltar a la comba, jugar el escondite en casa, bailar y los vídeojuegos activos, usados de manera racional y nunca justo antes de irse a dormir,

Niños más mayores y adolescentes (6 a 18 años): 1 hora diario de actividad física

Para los niños más  mayores y los adolescentes, el experto aconseja actividad física de al menos una hora de duración con ejercicios aeróbicos, como marcha rápida en el pasillo, sentadillas, ejercicios como el Skipping (llevar rodillas al pecho sin movernos de sitio), saltos verticales o saltar a la comba. Estos ejercicios se pueden combinar con otras actividades vigorosas para fortalecer músculos y huesos, tres veces por semana, o  ejercicios con bandas elásticas.

Las vacunas de los bebés no deben retrasarse

Por otro lado, los pediatras recuerdan que además del coronavirus, existen otras patologías que pueden afectar a la salud de los niños y que se debe consultar por teléfono con el pediatra cualquier síntoma importante o acudir al hospital  si hay síntomas graves o el niño tiene una patología de base (diabetes, asma, cardiopatía congénita, etcétera) y muestra síntomas fuera de lo normal”.

Además, en palabras de María García-Onieva, pediatra de Atención Primaria y secretaria de la AEP, “hay intervenciones sanitarias que no deben retrasarse, como las revisiones del recién nacido y a los 2 y 4 meses y las vacunas hasta los 15 meses de vida».

La pediatra explica que “Es de suma importancia que estos diagnósticos no se demoren y que los padres no duden en llamar si creen que algo no va bien, y no me refiero solo a síntomas del coronavirus – fiebre alta, tos seca, insuficiencia respiratoria o decaimiento excesivo- que también son síntomas de alarma, sino a manifestaciones clínicas que pueden alertarnos del debut de otras patologías como, por ejemplo, una apendicitis”, asegura.

Aquí puedes ver el vídeo completo con la intervención de los tres pediatras

 

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