Los cambios que produce el embarazo en el cuerpo de la mujer pueden provocar algunas molestias pasajeras que no tienen riesgo para la madre ni el feto, pero también otros problemas serios que se deben consultar con el médico para confirmar que todo va bien.

Los especialistas del servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Manises han elaborado un listado con las principales molestias que no son normales en el embarazo y que hay que consultar.

Molestias del embarazo que hay que consultar

Sangrado en el embarazo

Según los especialistas de Manises, el sangrado en el embarazo es una de las urgencias más comunes, pero también de las más leves. No obstante siempre hay que aparezca hay que consultar lo con un médico y en el caso de que se acompañe de otros síntomas como dolor pélvico o abdominal y fiebre, acudir al hospital cuanto antes.

Al principio del embarazo, coincidiendo con la implantación del embrión en el útero, se puede producir una un pequeño sangrado de menor intensidad que una regla, que no suele tener trascendencia, aunque igualmente se debe consultar.

Dolores en el abdomen o la pelvis

A lo largo del embarazo, y sobre todo en el primer trimestre de embarazo, a consecuencia del crecimiento del útero, muchas futuras mamás sienten dolores similares a los de la regla en la parte baja del abdomen. Generalmente no indican ningún problema y no afectan al feto,  pero si los dolores no cesan con el reposo, los expertos de Manises aconsejan acudir a urgencias para descartar que exista algún riesgo para el bebé.

Dolor de cabeza intensos y frecuentes

El dolor de cabeza en el embarazo es habitual por los cambios hormonales y físicos que sufre el cuerpo. Ahora bien, si el dolor se vuelve intenso y frecuente, especialmente en el tercer trimestre de embarazo, conviene ir al médico para descartar que no es un síntoma de hipertensión arterial o una preeclampsia, que es un trastorno muy grave que solo se da en el embarazo y que hay que detectar cuanto antes.

Vómitos continuados

Las náuseas y vómitos son un síntoma típico al inicio del embarazo, pero si hay vómitos continuos que no ceden pueden ser síntoma de una hiperémesis gravídica un trastorno del embarazo que hay que controlar para evitar la deshidratación de la madre como del bebé

Fiebre

La fiebre continuada puede causar daños al futuro bebé. Por lo tanto, siempre debe ser tratada por un médico. S no hay causas aparentes que la provoquen, hay que acudir a urgencias por si existe alguna infección que puede afectar al embarazo.

Contracciones intensas

El útero se contrae desde el principio del embarazo para prepararse para el parto, pero se nota porque las contracciones son suaves. A partir de la semana 26 de embarazo, algunas embarazadas notan estas contracciones como una ligera tensión y endurecimiento del abdomen.

Pero si estas contracciones se vuelven intensas y la fecha probable de parto no está cerca conviene ir a urgencias por su fuera una amenaza de parto prematuro. Tienes información sobre cómo distinguir las contracciones de embarazo y de parto en el artículo Contracciones de parto, guía para reconocerlas.

Dolores repentinos por varices o hemorroides en la zona rectal

El aumento de volumen de sangre en el embarazo y el peso creciente del feto incrementan el riesgo de sufrir varices y hemorroides la zona rectal. Estas venas dilatadas que causan dolor y molestias no suelen ser graves, pero hay que consultar con un médico si se sienten dolores súbitos para descartar el riesgo de trombosis. Para prevenir las hemorroides te aconsejo leer el artículo La mejor postura para ir al baño y cuidar el suelo pélvico.

Pérdida de líquido vaginal

La bolsa amniótica que rodea al feto puede romper antes de tiempo, por un golpe, una infección u otros motivos. El principal síntoma de la rotura es la pérdida de líquido amniótico por la vagina.

El líquido vaginal puede salir de golpe, porque la bolsa se ha roto por completo, o como un goteo intermitente porque existe una fisura en la bolsa  o la cabeza del feto hace de tapón.

La rotura de la bolsa amniótica bolsa deja al bebé queda desprotegido y expuesto a sufrir  infecciones y puede derivar en un parto prematuro. Por lo tanto es imprescindible ir al hospital cuanto antes.

Un truco para distinguir el líquido amniótico del flujo vaginal, es colocar un paño de color oscuro dentro de la braguita y caminar o toser fuerte. Si la bolsa está rota aparecerá una mancha más o menos grande de líquido (incoloro o blanquecino) en el paño.

Cambios en el flujo vaginal

El flujo vaginal, de consistencia viscosa y sin olor, aumenta en el embarazo por la influencia de las hormonas. Si tiene mal olor, produce picor o dolor, aparece más espeso o blanquecino o tiene un color amarillento o verdoso, conviene ir al médico para descartar que no existen una infección.

Picor en la piel

En el embrazo es habitual que la piel esté más sensible por los cambios hormonales que aumentan las posibles reacciones alérgicas a productos a los que antes no se tenían, el picor continuo puede ser síntoma de una alteración del hígado llamada colestasis del embarazo que hay que tratar cuanto antes.

Hinchazón excesiva

Aunque la hinchazón de manos y pies es un síntoma habitual del embarazo a consecuencia de la mayor retención de líquidos, conviene consultar los casos de gran intensidad y larga duración por si estuvieran relacionados con un cuadro de hipertensión gestacional.

Caídas y golpes

Lógicamente, también que acudir a urgencias si la embarazada sufre una caída o se da un golpe en el abdomen. En el embarazo hay mayor riesgo de sufrir caídas porque las articulaciones están más laxas y además el centro de gravedad está alterado con el peso del feto.

Falta de movimientos del feto

Es habitual que el feto reduzca sus movimientos cuando se acerca la fecha del parto porque tiene menos espacio para moverse. Ahora bien, “si los movimientos fetales paran de manera brusca o se dejan de notar durante un máximo de 12 horas, hay que consultar con un profesional. Tienes más información sobre los movimientos del feto en el artículo Cuándo se notan los movimientos del feto.

Otros síntomas normales del embarazo que no deberían dar problemas

Ardor de estómago

En el embarazo es habitual sufrir ardor de estómago o pirosis.
Esta molesta sensación se produce porque los jugos gástricos vuelven del estómago al esófago produciendo una sensación de quemazón que sube hasta la garganta.

La causa de la pirosis está en que la hormona progesterona (que aumenta en el embarazo) dilata el anillo que une el esófago y el estómago y el útero en crecimiento, presiona el estómago hacia arriba

Para prevenir el ardor de estómago, hay que evitar las comidas abundantes, las grasas, las especias y las bebidas gaseosas.

Dolor en el pecho

A lo largo del embarazo es normal notar molestias en el pecho que se vuelve más duro. A partir del sexto mes los pezones pueden gotas de calostro.

Pérdidas de orina

Desde el principio el embarazo, hay mayor necesidad de hacer pis. Y a medida que avanza el embarazo, la presión del útero sobre la vejiga y la relajación de los músculos pélvicos pueden ocasionar pequeñas pérdidas de orina al reír, toser o estornudar. Para prevenir las pérdidas de orina y fortalecer el suelo pélvico es importante ejercitar el suelo pélvico desde el principio del embarazo y a ser posible desde antes. Tienes información en el artículo Cómo cuidar el suelo pélvico en el embarazo y siempre.

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